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El tenango: un bordado que cuenta la historia de un pueblo y la identidad de México

Desde San Nicolás, en la región Otomí-Tepehua, este arte textil ha trascendido generaciones y fronteras, convirtiéndose en símbolo de identidad y resistencia cultural.

Foto: Flickr
08/04/2025 |17:58
Grisel Lira Vargas
Reportera y locutoraVer perfil

En cada hilo, un suspiro. En cada puntada, una historia. El tenango, ese bordado explosivo de color y simbolismo, no es solo una pieza artesanal: es un lenguaje visual que representa la esencia viva de México.

Daniel Gómez Plata, bordador originario de San Nicolás —comunidad indígena que vio nacer el tenango— narró la historia que trasciende desde la zona Otomí-Tepehua en este día conmemorativo.

Expresó que todo inició con los bordados de punto de cruz, los cuales predominaban entre los años 40´s y 50´s, y que se comercializaban en Pahuatlán,Puebla.

Destacó el nombre de la señora Modesta Plata, quien, para agilizar la producción y a sugerencia de su esposo, integró en la manta dibujos que había aprendido en una escuela de la localidad.

A finales de los años 50´s comenzó la elaboración de los primeros tenangos en servilletas, caminos de mesa y manteles.

Para su distribución, se inició en la Ciudad de México, en colonias consideradas de alto estatus social, y posteriormente en diferentes estados de la República, hasta llegar a otros países.

El arte textil ha cruzado generaciones, fronteras y pasarelas: el tenango, colorido bordado originario de Tenango de Doria, se ha consolidado como un símbolo de identidad cultural y resistencia indígena en México.

El tenango no solo es una manifestación artística; es también una narrativa visual. Cada puntada cuenta una historia: animales míticos, flores, aves, escenas cotidianas y elementos de la cosmovisión otomí se entrelazan en composiciones llenas de vida, color y tradición.