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A dos meses que desterraron a 141 evangelistas de las comunidades de Coamila y Rancho Nuevo de la demarcación Huejutla, estos continúan viviendo en el auditorio de la unidad deportiva ubicada en la colonia Colalambre, sin que las autoridades de gobernación le den solución a este conflicto religioso.
El grupo de evangélicos fue desplazado por no querer cooperar con la comunidad, las autoridades de Coamila les dieron la oportunidad de que pagaran faenas y cooperaciones internas; sin embargo, el líder eclesiástico no aceptó y esto causó la molestia de los comuneros.
Tras el conflicto, los habitantes de ese sector poblacional cercaron algunas casas como medida de presión y suspendieron algunos servicios básicos como luz y agua, sin embargo, no tuvo efecto y las familias evangélicas fueron desterradas de la comunidad.
Desde hace dos meses llegaron al ayuntamiento pidiendo el apoyo, las autoridades municipales los alojaron en el auditorio de la unidad deportiva en la Colonia Colalambre, desde esa fecha los religiosos viven en este espacio en dónde algunas otras iglesias evangélicas apoyan con víveres.
El grupo de personas mantiene este espacio del auditorio casi todo el tiempo con ropa en tendederos, pues también se aprecia que en este lugar se dedican a elaborar sus alimentos de todos los días.
El caso está estancado pues el Subsecretario de Gobierno en la Huasteca Marco Antonio Ramis Miguel no ha hecho nada al respecto, ni ha dado a conocer el avance para una solución a este conflicto, pues la subsecretaría cuenta con dirección de asuntos religiosos.
En la comunidad de Pahuatlán también familias fueron desplazadas
La intolerancia en la huasteca es muy común, pues en la comunidad de Pahuatlan también 30 familias fueron desplazadas por negarse a cooperar con la comunidad.
El Universal trató de dialogar con el líder religioso pero se negó a dar una entrevista o versión del problema que causó el desplazamiento de las familias, entre ellos niñas y niños de los cuales se desconoce si continúan con sus estudios en Huejutla para no perder el año.
