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Los 151 evangelistas desplazados de las comunidades de Coamila y Rancho Nuevo, municipio de Huejutla, podrán regresar a sus hogares previo al pago de faenas. Los pobladores permanecen en el auditorio de otra localidad desde abril pasado.
En conferencia de prensa Margarita Cabrera Román, directora de Asuntos Religiosos del Gobierno de Hidalgo expuso que desde hace 12 años comenzaron las dificultades entre los habitantes de estas dos localidades de la región Huasteca. Algunos profesan la religión católica y otros son integrantes de la Iglesia Bautista Fundamental La Gran Comisión.
En abril de este año, los evangélicos dejaron sus comunidades para comenzar a vivir en un auditorio del municipio de Huejutla situado en la colonia Colalambre, a unos 30 minutos de distancia de Coamila y Rancho Nuevo, sus lugares de origen.
Los 151 evangelistas fueron desterrados por no cooperar ni pagar faenas relativas a labores de la iglesia católica, previo a ser desplazados, les suspendieron servicios básicos como luz y agua.
A cuatro meses de dicha situación, Cabrera Román indicó que, del 29 de julio a la fecha, se han llevado a cabo 17 diálogos entre los habitantes, autoridades municipales, estatales y federales.
Derivado de las mesas de trabajo de las últimas tres semanas, la titular de Asuntos Religiosos señaló que los integrantes de la agrupación Bautista “han manifestado su voluntad de pago de faenas, así como su deseo de reincorporarse a sus propiedades”.
A su vez, dijo que los vecinos de Coamila y Rancho Nuevo tienen la disposición de recibir las cuotas previo a un plan de pago; sin embargo, Cabrera Román no precisó los montos económicos que deberían pagar los evangelistas para regresar a sus hogares; y, aunque fue cuestionada, tampoco puntualizó si existían otras condicionantes.
Únicamente indicó que continuarían los diálogos y que así se definirían detalles respecto a los pagos conforme a los usos y costumbres de cada comunidad.
Mientras tanto, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) contabilizó al corte de mayo a 151 integrantes de la Iglesia Bautista resguardados en el auditorio de Colalambre, lugar donde dedican a elaborar sus alimentos, lavar su ropa y dormir.