En Hidalgo, entre la Comarca Minera y la Huasteca, se encuentra la Sierra Alta, cubierta de espesa neblina, con lluvias frecuentes, una zona boscosa entre las montañas, con pueblitos pintorescos de tradición artesanal. A pesar de sus atractivos, es una región poco explorada por los turistas.
Una de estas pequeñas localidades es hogar de Glamping Tzoncuey, un desarrollo ecoturístico que ofrece una cómoda cabaña a orillas de un barranco, un restaurante de especialidad a la leña, un impresionante mirador con un mar de nubes a sus pies. Te damos más detalles.
Glamping Tzoncuey se encuentra a las afueras del pueblo de Tlahuelompa, en el municipio de Zacualtipán de Ángeles (a unos 20 minutos en auto de la cabecera y a unas 4 horas desde CDMX).
Su ubicación es privilegiada. Está sobre el cerro del mismo nombre. Tzoncuey en náhuatl significa 'cabezón' o 'cerro grande'. Es el más alto de la zona, con una elevación de 1,600 metros sobre el nivel del mar. Desde ahí arriba, las vistas a las escarpadas y caprichosas montañas son fabulosas.
Los alrededores están tupidos de bosques de coníferas, que constantemente se cubren de espesa neblina. En días despejados, se puede apreciar una postal casi mágica: el mar de nubes.
Junto a Tizapán, este pueblito es reconocido por la elaboración artesanal de pan, vinos de fruta y su principal labor: las figuras religiosas y las campanas, porque bien dicen que no hay iglesia de México que no conozca este lugar.
El centro urbano más cercano e importante es Zacualtipán, “la Sultana de la Sierra”. Ahí, podrás conocer el Peñón de Vasconcelos, una gran formación rocosa natural; la Casa de Piedra, tallada en una sola roca en 1538 por el fraile Bernardo Quezada, quien se asentó en este lugar a manera de penitencia, aunque hay quien dice que el responsable de su creación fue un prófugo de la justicia y la utilizó para esconderse. Además, está la Casa Museo Felipe Ángeles, donde nació este reconocido general revolucionario, personaje que le dio nombre al AIFA.
El entorno es prácticamente virgen, los pueblos sumamente tranquilos y es común escuchar el trinar de los pájaros o el golpeteo de la lluvia, por lo que esta cabaña es una opción perfecta para desconectarte un fin de semana.
Por el momento, tienen una sola cabañita que puede albergar de 2 a 5 personas. Tiene 2 habitaciones equipadas con camas matrimoniales, sala con chimenea, terraza techada con vista panorámica y baño privado. Fuera, hay pérgolas techadas, un jacuzzi, mesas y sillas para armar una fogata.
Comparte jardín con el restaurante, donde sirven platillos al horno de leña. Disfruta de su variedad de pizzas, hamburguesas, snacks y coctelería.
La propiedad ofrece fogatas y una caminata guiada por atractivos naturales cercanos: una pequeña cascada y un monolito que, según cuenta una leyenda, se trata de un indígena, quien acudía al cerro a danzar, pero un día cayó un diluvio que lo convirtió en piedra.
En Tlahuelompa, puedes conocer una fábrica de vinos (Casa Fontana es una de ellas), ir a un taller de campanas para observar su proceso de elaboración y conocer otros de sus productos en cobre.
Puedes hacer bicicleta de montaña, aunque deberás llevar tu equipo.
Hay 2 costos por noche, dependiendo de los días en que acudas: de lunes a jueves es de $1,800 pesos; de viernes a domingo de $2,200.
El precio es por la cabaña, no por persona. Las excursiones están incluidas en tu pago.