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La Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) anunció la tarde del miércoles que la contingencia ambiental se mantendrá en su Fase I debido a la persistencia de la mala calidad del aire en la región.
En respuesta a esta situación, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) implementó una serie de restricciones dirigidas tanto a la industria federal como local. Una de las medidas más significativas afecta a la Refinería "Miguel Hidalgo" de Tula, operada por Petróleos Mexicanos (Pemex).
Esta instalación no podrá operar a más del 75% de su capacidad total de procesamiento. Además, se ordenó una reducción en la capacidad de combustión en calentadores a fuego directo y calderas en plantas de proceso y fuerza, como parte de los esfuerzos para disminuir las emisiones contaminantes.
Otra de las restricciones incluye una reducción del 30% en el consumo de combustóleo en la Central Termoeléctrica "Francisco Pérez Ríos", también ubicada en Tula. Esta central, clave en la generación de energía de la región, deberá ajustar su operación para cumplir con las nuevas normativas.
Finalmente, Sedema suspendió todas las actividades de combustión relacionadas con la cocción de ladrillo, cerámica y fundición en hornos artesanales. Esta medida busca minimizar las emisiones provenientes de estas fuentes, que contribuyen de manera significativa a la contaminación atmosférica.
La CAMe y Sedema continuarán monitoreando las condiciones ambientales y ajustarán las medidas según sea necesario para garantizar un entorno más saludable.