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Miembro de los humedales más importantes del mundo, la Laguna de Tecocomulco languidece ante la falta de lluvias. En la reciente Semana Santa, los turistas llegaron a cuentagotas porque los atractivos prácticamente desaparecieron al igual que el espejo de agua.
Y su importancia tiene una tarea superior, que es recargar el manto freático Pachuca-Cuautitlán que surte de agua potable a Pachuca y a la zona norte de la capital del país.
La algarabía habitual de la zona del embarcadero de Tecocomulco, en esta ocasión se mantuvo un tanto en silencio porque las más de mil 769 hectáreas se encuentran impedidas para ofrecer los paseos en lancha, la pesca o el paseo habitual entre carrizos y matorrales.
De acuerdo con los estudios realizados por universidades y centros de estudios, mostraron que el nivel del agua ha disminuido de forma considerable en los últimos años. La capacidad de 101.11 metros cúbicos que tenía en 1985, cayó hasta los 93.28 en 2005 mientras que en 2015 fue de 77.24 metros cúbicos.
Conforme a los análisis que se han realizado, en esta zona las aves tienen una presencia de hasta el 53 por ciento del total, un 28 por ciento de insectos y un 4 por ciento de los peces.
Toda esta riqueza se ha convertido en los atractivos de los paseantes que al acudir pueden realizar actividades recreativas, sin embargo, la ausencia de agua lo impidió.
De acuerdo con los prestadores de servicios, las lanchas no alcanzan a circular con más de un paseante, mientras que la pesca para ofrecer comidas tampoco ha sido posible en los últimos meses.
La presencia de los patos silvestres que constituían un atractivo para los visitantes, incluso para comerlos con la preparación de las recetas de las cocineras locales, dejo de ofertarse.
Este humedal que tiene la capacidad de filtrar el agua al subsuelo, históricamente ha tenido el problema de la invasión de las tierras que se desecan y que son aprovechadas para la edificación.
Otro de los temas es la contaminación que sufre, ante la descarga de aguas residuales sin tratar, provenientes de actividades domésticas, y de acuerdo con los análisis estas aguas, pueden incluir sustancias químicas, nutrientes como el nitrógeno y el fósforo, así como patógenos que representan un riesgo para la salud humana y la biodiversidad acuática.
La degradación del entorno natural en la Laguna de Tecocomulco por contaminación, sedimentación y modificación del paisaje ha resultado en la pérdida de hábitats críticos para la biodiversidad acuática y terrestre.
Esto trae consecuencias negativas para plantas y animales endémicos o en peligro de extinción que dependen del ecosistema de la laguna para su supervivencia.
Otro aspecto, según los análisis, es como algunas variedades de plantas acuáticas y peces, puede alterar el equilibrio ecológico natural y estas especies invasoras pueden competir con las especies nativas por recursos, lo que altera la estructura de la comunidad y disminuye la diversidad biológica del ecosistema.