El diagnóstico de Irma señala un cáncer “extremadamente raro”. Si la palabra cáncer se escucha invariablemente como una sentencia de muerte, lo es más saber que; es calificado por los especialistas como “raro” y provocado por algún químico que ingirió a lo largo de años, pero ante el panorama, solo había que hacerle frente y eso es lo que Irma González hizo.
Ella vive en Pedro María Anaya, una comunidad de Tepetitlán, donde se encuentra la presa Endho. La enfermedad de Irma surgió en el año 2020 y ella se dio cuenta en el momento en que detectó que uno de sus senos se endureció y al paso de los días no cedía, por ello es que acudió al médico; entonces vinieron los estudios que tuvieron que realizarse de manera particular, ya que no contaba con seguridad social, ahí se confirmó el cáncer que la mantiene bajo vigilancia desde ese año.
En los primeros meses, las quimioterapias y medicinas corrieron por cuenta de su familia, que tuvo que vender propiedades, debido al alto costo del tratamiento. La operación que vino después y que alcanzó los 80 mil pesos y un solo medicamento de 70 mil pesos mensuales. Hasta que finalmente logró inscribirse en el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Ella dice que sufrió mucha violencia en el Seguro Social, pues en la Clínica 5 de Pachuca, le negaban sus medicamentos.
Actualmente Irma permanece bajo tratamiento, algunas medicinas las tiene que costear, en tanto el Seguro le surte.
Ella está convencida que la contaminación que se vive en la zona donde vive ocasionó su problema de salud, ya que dice no es casualidad que tan solo en la comunidad donde vive, hay 35 personas que tienen actualmente cáncer.
Irma señala que la lucha que tienen organismos como el Movimiento Socia por la Tierra (MST) para que se haga un protocolo de salud y que sean las autoridades federales las que se encarguen de dar este tratamiento debe continuar, ya que en su caso lo pudo hacer con la ayuda de su familia.
De la contaminación en la región de Tula se ha dicho y se ha escrito mucho, pero todo parece haber caído en oído sordos, aunque los metales pesados como el arsénico, el plomo, o el flúor, han enfermado a cientos de personas de esa región, algunas de las cuales han fallecido.
El dirigente del Movimiento Social por la Tierra (MST) Francisco Cheuw Plasencia, destaca que en el 2018, se realizaron estudios para conocer la calidad del agua de siete pozos, éstos se hicieron en el laboratorio de referencia de la Comisión Nacional del Agua.
Hasta la fecha son los únicos estudios serios que se realizan con una metodología confiable, en la que se destaca la presencia de contaminantes como arsénico, mercurio y plomo en los pozos de Pedro Mariana Anaya, Santana Ahuehuepan, San Francisco Bojay, Michimaltongo, El Chabacano, Xóchitlán y El Torreón.
Especifica que no se cuenta con otros estudios de laboratorio más recientes, pero las cifras que se obtuvieron son un referente que continúa vigente, incluso los porcentajes de metales en el agua seguramente se encuentran a la alza, ya que no hay una sola línea de acción para revertirlos.
Explica que todos estos metales rebasan las normas permisibles y estos van directamente a los consumidores de agua de estos municipios.
“Tan sólo para que haya una idea el pozo que abastece a la colonia El Llano, tiene 15 veces más de flúor de lo permitido y el que distribuye agua a la ciudad de Tula el doble de plomo a lo que señalan las normas".
Esto ha derivado en enfermedades como cáncer, respiratorias, de la piel y los riñones, por lo que es imperante que se ponga en marcha un mecanismo en el que los responsables, asuman que han provocado estos padecimientos, y sobre todo que indemnicen a los enfermos y sus familiares.
El activista resalta que el subsecretario de Salud Federal Ruy López Ridaura, quedó en establecer el Mecanismo de Atención Especial Medioambiental, en las mesas de trabajo, luego de la visita que realizó el año pasado la secretaria María Luisa Albores.
Francisco Cheuw asevera que la contaminación y el deterioro de la salud es una emergencia para los pobladores de la zona y abarca a por lo menos 20 municipios, como Tula, Tepeji, Atotonilco de Tula, Tezontepec de Aldama y Tepetitlán.
Francisco, Cheuw resalta que hay negligencia también de parte de los municipios que son omisos a sus deberes.