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Levantan la contingencia ambiental 1, al mejorar la calidad del aire

La refinería Miguel Hidalgo y la Termoeléctrica de CFE disminuyeron sus actividades un 25 por ciento

La Secretaría del Medio Ambiente ordenó la reducción del 30% del consumo de combustóleo en la Central Termoeléctrica “Francisco Pérez Ríos”. Foto: Especial
16/05/2024 |18:57
Cinthya Carbajal
Editora webVer perfil

A 72 horas de haberse activado la fase 1 de la contingencia ambiental por ozono en la Zona Metropolitana del Valle de México y que obligó a la refinería Miguel Hidalgo y la termoeléctrica de la CFE, fue levantada la tarde de ayer al mejorar la calidad del aire.

La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) implementó una serie de restricciones dirigidas tanto a la industria federal como local. Una de las medidas más significativas afecta a la Refinería "Miguel Hidalgo" de Tula, operada por Petróleos Mexicanos (Pemex).

Esta instalación no podrá operar a más del 75% de su capacidad total de procesamiento. Además, se ordenó una reducción en la capacidad de combustión en calentadores a fuego directo y calderas en plantas de proceso y fuerza, como parte de los esfuerzos para disminuir las emisiones contaminantes.

Otra de las restricciones incluye una reducción del 30% en el consumo de combustóleo en la Central Termoeléctrica "Francisco Pérez Ríos", también ubicada en Tula. Esta central, clave en la generación de energía de la región, deberá ajustar su operación para cumplir con las nuevas normativas.

Sedema suspendió todas las actividades de combustión relacionadas con la cocción de ladrillo, cerámica y fundición en hornos artesanales. Esta medida busca minimizar las emisiones provenientes de estas fuentes, que contribuyen de manera significativa a la contaminación atmosférica.

La CAMe y Sedema informaron que al monitorear las condiciones ambientales y fueron retiradas medidas al considerar que los índices se encuentran en un nivel que garantiza un entorno saludable y sin riesgo.

A principios del mes, los picos contaminantes se elevaron de tal manera que obligó a que se tomaran medidas semejantes, incluso con riesgo de que entrara la Fase 2 que habla de motivar una desaceleración en los procesos productivos de ambas plantas hasta en un 55 por ciento.

La CAMe ha fundamentado que los aires predominantes que se dirigen al centro del país, propician que las emisiones tóxicas de ambas industrias ingresen al domo atmosférico que se forma en la zona metropolitana, enrareciendo la calidad del aire.