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Largas filas fuera del seminario San José fueron el preámbulo para llevar a cabo el recibimiento de monseñor Oscar Roberto Domínguez Couttolenc, como nuevo arzobispo de la Arquidiócesis de Tulancingo.
Entre risas, alabanzas y souvenirs, más de dos mil personas entre files, sacerdotes, religiosas y seminaristas provenientes de diferentes lugares, entre ellas de Ecatepec y municipios hidalguenses, se dieron cita para hacer oración en la misa que abordó el tema de la unión familiar.
En presencia de medios de comunicación, monseñor Oscar Roberto Domínguez habló del diagnóstico que habrá de realizar en la región que le corresponde ahora liderar, debido a que tiene diferentes particularidades a las que se enfrentaba en la Arquidiócesis de Ecatepec, donde antes desempeño su labor.
Destacó que su principal objetivo, es promover en los jóvenes la fe y espiritualidad, así como la unidad familiar y los valores que deben emanar de ella.
Consideró que al conocer cada rincón que le corresponden a la Arquidiócesis de Tulancingo, podrá saber la forma en la que podría trabajar para incrementar la voluntad católica, principalmente, en zonas consideradas indígenas que cuentan con usos y costumbres.
Mons. Roberto Domínguez Couttolenc, explicó que la iglesia tiene una estructura que le permite crear valor cristiano con compromiso.
Con respecto al tema de la incorporación de más sacerdotes al catolicismo, indicó que bajo la perspectiva de participación ha incrementado; sin embargo, en comparación con el número poblacional que incrementa cada año, es insuficiente el número de religiosos al servicio social en el cristianismo aún.
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