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Obed Moreno Santiago, padre del niño Adriel, quien perdió la vida por presunto bullying, alertó que existen al menos dos casos más de acoso escolar en la primaria Benito Juárez, ubicada en la comunidad de Xitzo, perteneciente al municipio de Santiago de Anaya.
“Niños, amiguitos de mi hijo, no se queden callados, hay dos entre ustedes, hablen con sus papás, si la maestra no les hace caso, díganles a sus papás, ellos no los van a dejar solos”, dijo durante el sepelio.
El caso del estudiante de 11 años tiene antecedente en el 7 de marzo. Obed narró que aquel día, cerca de las 9:00 de la mañana, en horario de clases, dos alumnos empujaron a su hijo.
De esto se enteró porque otros estudiantes le contaron, también le dijeron que el director Rufino Jiménez Reyes, no tuvo cuidado al momento de trasladar a Adriel, “a pesar de que se estaba retorciendo del dolor, lo levantó y empujó a su camioneta, subiéndolo de una manera agresiva”.
Obed criticó que el directivo llevó al niño a casa, en lugar de esperar los primeros auxilios de una ambulancia en la escuela. Cuando Adriel llegó a su vivienda, se quejaba y lloraba, mientras que el director únicamente recomendó sacarle una placa en el hombro, narró el padre de familia.
“El director estaba nervioso, se fue temblando. Yo le pregunté: ¿pero qué pasó? Solo respondió: ahí se los dejo y se largó, por eso quiero que se haga justicia por la muerte de mi niño”.
De igual manera se pronunció en contra del señalamiento que realizó la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH), respecto a que lo que pasó, fue un accidente, también detalló que la familia no ha recibido ninguna llamada de las autoridades educativas.
“Le llamamos a la maestra para que nos diera unos datos que pedían en el hospital y lo único que dijo es que no podía darlos y colgó. Desde que a mi hijo le hicieron esto, no ha habido respuesta, no han preguntado, ni siquiera se han acercado con nosotros”.
Además, Obed mencionó desconocer el paradero de la maestra Flor Isela, encargada del grupo sexto donde estudiaba Adriel, así como del director, quien, de acuerdo con madres de familia, también daba clases en cuarto grado. Ninguno de los grupos asiste a la escuela desde el 7 de marzo y al corte del día 14.
Durante el sepelio Obed explicó que cuando el niño fue trasladado al Hospital General de Actopan tenía una esperanza de vida del 60 por ciento, después, lo llevaron para el nosocomio de Pachuca para una operación, pero los neurólogos no quisieron porque “ya no era candidato”.
“A mi hijo ya le había avanzado un derrame. En un lapso de menos de 40 minutos, ya tenía el 95 por ciento del cerebro con sangre”.
Durante el sepelio, Obed acusó que lo que le hicieron a su hijo “fue un asesinato, no accidente”, por eso exigió justicia y puntualizó que, a raíz del caso de Adriel, sabe que hay más infantes que padecen bullying.
