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Este sábado 14 de octubre se vivió un fenómeno astronómico que pocas veces en la vida se puede observar. Sin embargo, y pese a su trascendencia, en la zona de Tula-Tepeji no se organizó ninguna actividad para que las personas pudieran ser testigos del eclipse anular de sol de este mediodía.
Ante la falta de organización de las autoridades o de colectivos, las personas de la zona se limitaron a ver el eclipse según sus propios medios, por lo que varios recurrieron a caretas de soldador para poder ver el eclipse y otros, recurrieron a cajas “estenopeicas” para poder ver el fenómeno astronómico, sin dañar sus ojos.
Para muchos, este eclipse fue el pretexto perfecto para comentar, en familia, de lo que aconteció el 21 de julio de 1991, fecha en la que las y los mexicanos fueron testigos del eclipse total de sol, por lo que, por un par de minutos el cielo se oscureció y causó descontrol en los animales, según cuentan las personas.
Y, pese a que este sábado 14 de octubre, el eclipse se vio de forma parcial en Hidalgo, sobre todo en la zona Tula-Tepeji, sí se percibió una disminución en la luz solar, sobre todo alrededor de las 11 de la mañana, hora en la que también se escuchó el canto de los gallos, similar al que se escucha al amanecer.
Lamentablemente, en muchas zonas el cielo estuvo nublado, por lo que, el ligero oscurecimiento se confundió fácilmente, así que, para muchos, pasó desapercibido el fenómeno astronómico.
Mientras que, para otros, decidieron tomar precauciones y no salir de casa, con la intención de evitar que la luz diera directo en los ojos y pudiera causar alteraciones en la córnea y en la vista, así que, ante la falta de un objeto adecuado para protegerse, decidieron esperar en casa hasta después de la 1:00 de la tarde.