Desde las primeras horas de este 12 de diciembre, empezaron a llegar varias peregrinaciones conformadas por contingentes desde 20 y hasta más de 100 personas en las dos iglesias dedicadas a la Virgen de Guadalupe en la región Tulancingo.
Al rededor de la iglesia La Villita, la calle Juárez y Corregidora fueron cerradas para la colocación de un escenario donde se oficializaran las misas; mientras que en el espacio católico le fue colocada señalética para que los creyentes de la Virgen de Guadalupe pudieran entrar y salir sin contratiempo.
Como cada año fueron colocados puestos de antojitos mexicanos, venta de ropa alusiva a la fecha y artículos religiosos.
En el municipio de Santiago Tulantepec, donde se ubica la Villita de Paxtepec, cerca de la carretera México-Tuxpan, los feligreses arribaron desde ayer lunes 11 de diciembre, para estar presentes en las mañanitas que se cantan a la media noche.
De Puebla, Veracruz, Ciudad de México, Tlaxcala, y otros municipios del estado de Hidalgo como Real del Monte, Huasca, Pachuca, Zempoala, Acatlán, Singuilucan y del la Otomí-Tepehua arribaron con su estandarte y cánticos a los espacios religiosos como un acto de agradecimiento por contar con vida, salud, trabajo o bien pedir por la recuperación de algún familiar enfermo.
En Tulancingo, la importancia de la Virgen de Guadalupe va más allá del fervor del 12 de diciembre, debido a que su aparición se ha mostrado en dos puntos de la ciudad, la colonia Lindavista y Calzada 5 de Mayo.
En la Calzada 5 de Mayo, una de las calles más emblemáticas de Tulancingo, en el 2015, trabajadores de parques y jardines al hacer faenas de limpieza se percataron de una silueta que asemejaba la figura de la Virgen de Guadalupe, creyentes de lo que pasaba, contemplaron por horas el árbol al que le fue colocada una estructura de resguardo para que se pudiera apreciar la figura por los transeúntes y religiosos.
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