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Enamorado del misticismo y belleza histórica que envuelve al sitio arqueológico de Huapalcalco, el poeta Darío Lobato, habla del poco interés social y gubernamental que presenta el recién nombrado monumento histórico.
Nacido en Buenos Aires, Argentina, el escritor de Huapalcalco, La otra Mirada, expresó que desde el 2007, cada año, visita la zona para llenarse de inspiración; sin embargo, lamentó que aún se encuentre desarreglado y desatendido.
"Hubo años que llegue y lo vi tan feo, descuidado, con el pasto alto; la pirámide desatendida, cuando el lugar demanda que se hable de su importancia en la vida actual", expresó el escritor.
El escritor, quien es ganador del premio nacional de poesía en más de cuatro ocasiones, es reconocido por la Cámara de diputados de la Buenos Aires, Argentina, expresó que continuará insistiendo para que la sociedad se reconozca en el monumento histórico y se apropie de él como si fuera su propia vida.
Como poeta señaló que la zona arqueológica es su fuente de inspiración y escribió el primer libro "De Cara la Piedra" en el que observó los acantilados que no fueron hechos por el hombre, pero que sirvieron de refugio.
Darío Lobato destacó que su estancia en el sitio arqueológico, durante la tarde se puede ver un Huapalcalco de oro, debido a que los rayos del sol lo iluminan completamente, dejando ver a los ojos de todos, como convergen la época prehistórica y el asentamiento de origen teotihuacano.
"Los artistas transforman la realidad, pero nunca la han modificado, eso le corresponde al INAH y los gobiernos", consideró.
Darío Lobato, quien también es presidente de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) y miembro honorario de Niebla y Tiempo México, expresó que la difusión de su libro Huapalcalco, La Otra Mirada, está complementado con 20 fotografías que muestran rostros de piedra, animales y personas como un recurso poético.
La difusión de libro de poesías la ha llevado en instituciones educativas de diferentes partes de la república y países extranjeros, permitiéndole enamorar a niños, jóvenes y adultos de lo que representa este espacio arqueológico, desde lo grandioso que ve el lugar, aunque su población aún no lo reconozca como tal.
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