La plaga del gusano descortezador que desde 2023 comenzó a enfermar el arbolado del Parque Nacional El Chico, provocó la tala de mil 500 oyameles y mientras transcurre el tiempo podrían ser derribados más árboles que pertenecen a esta área natural protegida de Hidalgo.
El Parque se conforma por 2 mil 739 hectáreas, de las cuales, 519 tienen arbolado plagado con estos pequeños gusanos que miden de 2 a 4 milímetros y habitan en diferentes partes de un árbol dependiendo del grosor.
Las investigadoras Juana Fonseca González y Marisa López Herrera, ingeniera forestal y bióloga, respectivamente, explicaron que la sequía atípica y las temperaturas altas registradas el año pasado debilitaron a los individuos y propició la cría rápida de los insectos en sus tallos e incluso hojas.
De acuerdo con autoridades medioambientales de Hidalgo y del gobierno federal, ya se trataron 31 hectáreas que se localizan en el área de El Cedral, pero no fue posible salvar a mil 500 árboles.
En los meses subsecuentes continuará el saneamiento en el parque nacional, lo que implicó una inversión de 14 millones 800 mil de pesos, de los cuales 10 millones 500 mil pesos los aportó la Comisión Nacional Forestal (Conafor) que es la instancia autorizada para declarar una contingencia de este tipo.
Por su parte, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath) aportó 3 millones de pesos que ya se aplicaron y un millón 300 mil más los otorgará el municipio de Mineral del Chico, según se desprende del convenio que data de noviembre del año pasado.
El proyecto para atender esta contingencia fitosanitaria se extenderá hasta octubre de 2025 y debido a que la afectación en ciertas zonas del Parque es mayor que en otras, continuará la verificación de los árboles vía tierra ya que en un principio se realizó con sobrevuelos.
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