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Tulancingo cuenta con normativas municipales independientes a las estatales y federales que prohíbe el uso, traslado y almacenamiento de pirotecnia. El incumplimiento tiene sanciones que van desde 10 hasta los 250 UMAS, es decir, de mil a los 25 mil 935 pesos.
Desde la aprobación y publicación del Reglamento para la Protección al Ambiente en octubre del 2019, se le informó de la disposición a la Arquidiócesis de Tulancingo para que las ferias patronales en las que se utilizaba la quema de castillos y fuegos pirotécnicos, se considere que ya está prohibida la práctica.
Desde la entrada en vigor de la disposición municipal, disminuyó la petición de comités municipales para que la alcaldía apoyara a la comunidad con la compra de artefactos pirotécnicos que en promedio oscilaban entre los 20 a 30 mil pesos por festividad.
En entrevista, Berenice Osorno, directora de Reglamentos y Espectáculos en el municipio expresó que se intensificaran las inspecciones por parte del personal de su área para recordar que en Tulancingo no pueden utilizarse los juegos artificiales y por consecuencia su venta está prohibida.
Detalló que durante septiembre y diciembre se realizan mayor número de recorridos, acompañados por Protección Civil y Seguridad Pública, así como Medio Ambiente.
La vigilancia se lleva a cabo tanto en establecimientos como en tianguis del municipio, además, se exhorta a las misceláneas que por muy mínima que sea un cohete, está prohibida su venta y más si es para personas menores de edad.
El artículo 72 del Reglamento del Medio Ambiente (aplicable desde el 7 de octubre del 2019), cita expresamente:
“Se prohíbe la producción, almacenamiento, comercialización y transporte de artículos pirotécnicos de cualquier clase, así como su uso en carnavales, festividades religiosas, cívicas, políticas y sociales, tanto públicas como privadas”.
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