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Pese a que han apoyado a personas vulnerables del Valle de Tulancingo, Pedro Ortega Hernández, presidente de la fundación una Chispa de Vida, declaró que las localizadas en la zona Otomí - Tepehua son las que presentan un mayor rezago, tanto en educación, salud y rubro alimentario.
Durante su reciente recaudación de víveres y ropa en buen estado, en la campaña "Arropando y Sin Hambre" Ortega Hernández, destacó la importancia que tienen las organizaciones civiles en el entorno social, ya que cuentan con la disposición de ayudar a quienes se encuentran en extrema pobreza.
En entrevista para El Universal Hidalgo, el presidente de la fundación Una Chispa de Vida, expresó que, operativamente, llevan siete años activos y constituidos tres años, lo que les permite ser donatario autorizado.
Hasta el momento, dijo, se han apoyado a personas en pobreza del municipio de Metepec, Acaxochitlán, Tulancingo, Pachuca y parte de la Otomí - Tepehua.
Las próximas actividades, informó Ortega Hernández, serán la incorporación de representaciones de a la fundación de Metepec, Tulancingo y Puebla, en la que se espera la presencia de empresarios para que se sumen a donaciones que les permitan tener una mejor calidad de vida a los beneficiarios, principalmente de zonas indígenas.
"Tenemos que sumar esfuerzos entre organizaciones, queremos apoyar a la población vulnerable; todas brindamos servicios diferentes y podemos ser aliados", manifestó.
Otras organizaciones que se sumaron a la recaudación de prendas de vestir y productos no perecederos fueron: Cadena De Milagros, Mujeres Transformando México A.C., Epicentro Vida A.C., Emuntur Mx, Fundación Recupéra-T Salud Mental y Adicciones y Fundación Hidalguense AC.
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