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Humberto López Medel, es uno de los cinco sobrevivientes de la tragedia del pasado 18 de noviembre en el kilómetro 17+590 en la construcción de la carretera Real del Monte - Huasca, donde colapsó un andamio que soportaba 100 toneladas de concreto del ala derecha del cabezal en construcción.
Aquel día, 10 personas se encontraban colando el cabezal, entre ellos Valentín Malvaes, Felipe Cruz, José Alberto Santana, Nicolas Vieyra Colín, Israel Guerrero, Humberto López Medel, Mauricio Malvaes, pero cinco perdieron la vida al caer al precipicio.
El equipo de El Universal Hidalgo acudió hasta la casa de Humberto López Medel, mejor conocido en la obra de construcción como Beto, El Lagartijo, de 24 años de edad, quien platicó cómo vivió aquel día de la tragedia.
Ayudado de unas muletas para apoyarse, pues tiene una fractura en el pie, Humberto narra cómo estaban trabajando aquella mañana cuando vino el desastre.
"Estábamos colando con normalidad, se podría decir; como a eso de las 12:30 de la tarde, truenan tres polines que sostienen la estructura, se arreglaron, pero al parecer había dicho mi cabo que no vaciáramos concreto, que iban a informar” dijo el obrero sobreviviente.
Humberto señaló que una arquitecta, (que hasta ahora está en calidad de prófuga) les indicó que continuaran trabajando pese al señalamiento del peligro.
“El chiste es que la arquitecta al parecer dijo que sí; que continuáramos vaciando, que no había ningún problema; a lo que nosotros hicimos caso”.
Mientras platica, Humberto muestra una fotografía que le tomó a Nicolás, uno de sus compañeros un día antes del accidente, sin saber que sería la última imagen de él con vida, pues el muchacho cayó al precipicio junto con cuatro de sus compañeros al desplomarse la estructura de metal y madera tras ceder al peso de las 100 toneladas de concreto.
Humberto dice que todavía tiene presentes los gritos de sus compañeros cuando la estructura estaba por desplomarse.
"Un compañero a mis espaldas grita que eso se iba a caer, o algo así gritó, no recuerdo bien sus palabras y yo me recuerdo girar, voltear a la parte que se cayó y al verla ir hacia abajo”, dijo el trabajador.
Tras el desplome de la estructura Humberto fue jalado por las varillas y resultó lesionado, pero vivo.
“En ese momento sentí que se sacude todo el andamio y en eso sentí un chicotazo. Como estaba atorado a la línea de vida, que se rompe y se jala y a mí me lleva con ella, pero yo quedo prácticamente en la orilla”, señaló.
Debido a lo fuerte del golpe, Humberto perdió el sentido por unos segundos y tras reaccionar, vio que algunos compañeros pedían ayuda.
“Quede sentado a la orilla, es todo lo que recuerdo yo nomás recuerdo sentir el chicotazo, los golpes y perder la conciencia y luego tratar de levantarme, no podía mover ninguna parte de mi cuerpo. Al chavo que conozco como El Sonrisas, me decía que lo ayudara porque él sí quedó al filo del precipicio”.
Humberto López Medel, tuvo quemaduras de segundo grado por fricción por el jalón de la línea de vida al colapsar el andamio.
Además el arnés que le salvó la vida le provocó laceraciones y cortaduras en la espalda, de igual modo sufrió una fractura en el peroné junto con tres chichones en la cabeza.
Desde entonces a Humberto y los demás de sus compañeros, la empresa VISE, no los había apoyado, pues en el caso de Mauricio Malvaes, hace unos días, la empresa, le había retirado el seguro y apenas lo pudo arreglar.
El siguiente paso para los sobrevivientes, aseguraron, será acudir a ampliar la declaración que dieron ante el Ministerio Público el día de la tragedia y demandar a la empresa VISE por no cumplir con las medidas de seguridad necesarias para sus trabajadores y por no apoyar a las familias de los lesionados.
Ayer se tenía programado que los deudos de los fallecidos se reunirían con la empresa para las indemnizaciones, sin embargo hay una demanda contra la empresa por omisiones.