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Hace más de un siglo que nació uno de los íconos más grandes de la cultura mexicana, Rodolfo Guzmán Huerta, mejor conocido como "El Santo", el Enmascarado de Plata, a quien autoridades municipales de Tulancingo realizaron homenaje por su natalicio, colocando una ofrenda floral en su estatua, situada en la zona de museos y el ferrocarril.
Su máscara plateada no solo simboliza la lucha libre, sino que también encarna el espíritu de justicia y valor que lo convirtió en una leyenda, no solo en el cuadrilátero, sino en el corazón del pueblo mexicano. Por ello, luchadores de Tulancingo como Crazzy Boy se dieron cita para recordarlo y reconocer su legado.
Nacido el 23 de septiembre de 1917 en Tulancingo, El Santo inició su carrera en la lucha libre en la década de 1930, y fue en los años 40 cuando adoptó el personaje que lo inmortalizaría. A lo largo de más de cuatro décadas, conquistó la arena con su estilo único, sus técnicas innovadoras y, sobre todo, su presencia indomable. Con más de 10 mil combates en su haber, se convirtió en una figura invencible y respetada por compañeros y rivales.
Pero su legado no se limitó a los cuadriláteros. En los años 50, El Santo incursionó en el cine, protagonizando más de 50 películas en las que luchaba contra villanos sobrenaturales, científicos locos, vampiros, extraterrestres, zombis y criaturas del más allá.
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