Cuando César Cervantes habla de respeto por la persona en la que habrá de llevar a cabo un trabajo de desinfección y preservación, también incluye disposición, observación e investigación.
Dio a conocer que el formaldehído, es la base de todos los químicos que se utilizan para el embalsamamiento en México, mientras que la fórmula de Frederick es la más acertada para el embalsamiento arterial.
“Dependiendo de la causa del fallecimiento, son los procesos, instrumental y químicos que se utilizan en un embalsamamiento. No es lo mismo el fallecimiento de una persona por causas naturales, que los que padecieron de una enfermedad o un accidente”, dijo el embalsamador.
La técnica de inyección arterial se utiliza en muerte por enfermedad, implica extraer los fluidos del cuerpo para inyectar los líquidos preservantes. En casos de accidentes o intervención legal, en donde hay un proceso de necropsia y se llevó a cabo la apertura de cavidades, se realiza la técnica de seis puntos arterial, además del tratar a los órganos por separado.
“Para el familiar del fallecido, no debe ser visible demacración o rasgo de lesiones, para que tenga una imagen que pueda recordar antes de despedirlo”, dijo.
César Cervantes destacó que para la reconstrucción de un cuerpo dañado se utilizan distintos métodos. Ya sea trabajo óseo o de piel, se requiere instrumentos diferentes, mientras que la cera ocupa un lugar importante para el trabajo de formación de ojos, cejas, implantes de cabello, además de reparación en fracturas del cuerpo.
“Hablamos de técnicas hasta ver el cuerpo de una persona fallecida, englobamos mucho cuando decimos a los familiares que haremos un embalsamamiento en donde se realiza una desinfección para poder velarlo”, explicó.
Agregó que en el caso de requerirse un embalsamamiento de más de ocho años, se realiza la plastinación con base en acetona y resina epóxica, que preserva un cuerpo por mucho tiempo. Al final, el difunto lucirá lo más parecido a como fue en vida, para que su funeral sea lo más digno posible.