Municipios

Voladores de Jaltocán, la tradición sigue viva

Abuelo participa con sus nietos en el ritual y baile que es Patrimonio de la Humanidad.

Los niños de 14 años, 11, 12 y el más pequeño de 8 años | Fotos: Francisco Bautista
20/11/2023 |17:00
Francisco Bautista
Ver perfil

Pascual González Ramírez de 75 años de edad vecino del Barrio Tlalnepantla, Jaltocán, es abuelo de los cuatro niños y una niña que participan en la danza del Palo Volador.

La danza que consiste en colocar un tronco de árbol enterrado en el piso, el líder de los danzantes sube al palo hasta llegar al cuadro de madera que colocaban en la parte más alta, con flauta y tambor daba el ritmo a los otros danzantes, quienes atados a de los pies a la cuerda que a su vez colgaba de la parte superior del palo, se lanzaban al vacío girando alrededor del palo hasta llegar al piso.

Pascual dice que él inició a volar cuando tenía 50 años, volaba con su vecino, pero hace un año falleció, sin embargo, él y sus cinco nietos continúan con la tradición. Los niños tienen 14 años, 11, 12 y el más pequeño de 8 años.

"Aprendí a realizar los amarres, escoger el árbol que se va a utilizar y una vez encontrando el árbol, se alista y se entierra un metro y medio o dos dependiendo la altura del palo, además se realiza un ritual en donde se entierran 7 alas de Gallo, se coloca una veladora, cigarro y aguardiente", dijo González Ramírez.

Voladores de Jaltocán, la tradición sigue viva | Foto: Francisco Bautista

La Danza del Palo Volador, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad UNESCO, es una ceremonia con la cual se concluyó el recorrido del Bastón de Mando, del XXVI Festival de la Huasteca en el municipio de Jaltocán.

Este municipio que su nombre significa "Lugar donde se siembra sobre arena", es uno de los 8 municipios que fueron sede en Hidalgo para el festival.

Además, se realizaron 11 actividades en su plaza principal con grupos artísticos de Hidalgo y Veracruz.

Yatzin Montiel Vargas, arqueóloga y  directora general del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura del Estado de Hidalgo, comentó acerca de la cultura teneek, refirió que es un grupo cultural que existió en un momento específico de la historia de mesoamérica.

Agregó que en el territorio que hoy conocemos como Huasteca fue un grupo diverso que compartió rasgos culturales que hoy vemos plasmados en diversas manifestaciones culturales, como los bordados, sus motivos geométricos y de la  naturaleza, o su gastronomía y tradiciones o sus viviendas tradicionales, que existen aún en regiones huastecas de San Luis Potosí.

La funcionaria detalló que en otros territorios han cambiado su lengua originaria porque antes de la llegada de los españoles tras la expansión de la triple alianza y la lengua náhuatl se extendió por territorio mesoamericano.

"Aquí en Jaltocán, tanto como en otros municipios se tienen vestigios de estas antigua culturas y sus prácticas aunque reflejan que fue un territorio multicultural", dijo Montiel Vargas.

En la comunidad de Vinazco, Jaltocán existen vestigios arqueológicos que fueron encontrados en un predio particular en construcción | Foto: Francisco Bautista

Por su parte la secretaria de Cultura, Tania Meza indicó que en el municipio de Jaltocan es el único lugar en donde existe esta danza del Palo Volador que consta de cinco integrantes del Barrio Tlalnepantla.

Mencionó que no es sencillo que una madre de familia permita que sus hijos vuelen, sin embargo, en Jaltocan se ha preservado está tradición, la cual no es lo mismo que enseñarles a bordar o zapatear, es complejo.

LA TRADICION DE LOS VOLADORES NO HA MUERTO EN JALTOCAN

Pascual González Ramírez de 75 años de edad vecino del Barrio Tlalnepantla, Jaltocán, es abuelo de los cuatro niños y una niña que participan en la danza del palo volador.

Agregó que él inició a volar cuando tenía 50 años, volaba con su vecino, pero hace un año falleció, sin embargo, él y sus cinco nietos continúan con la tradición.

"Aprendí a realizar los amarres, escoger el árbol que se va a utilizar  y una vez encontrando el árbol, se alista y se entierra un metro y medio o dos dependiendo la altura del palo, además se realiza un ritual en donde se entierran 7 alas de Gallo, se coloca una veladora, cigarro y aguardiente", concluyó González Ramírez.