Las elecciones para presidente de Estados Unidos de Norteamérica son históricas porque los dos candidatos estuvieron empatados.

Ya para la publicación de este artículo, tal vez se sepa quién ganó, mientras tanto, ayer que fueron las elecciones se mantuvo la expectativa por ver ganar a Kamala Harris o a Donald Trump.

Lo cierto es que el interés para México es tener una buena relación con quien gane y se sabe que con Trump no sería por la política migratoria con la que actuó en el pasado. Sabemos que cada día en la frontera de nuestro país pasan o quieren pasar, cientos de paisanos que ya no son sólo hombres, sino cada vez más son mujeres, niñas y niños.

Por lo menos hasta la hora de entrega de esta columna, Harris tenía el 49 por ciento y Trump el 48 por ciento de la votación popular. Para ganar la Presidencia se requieren 270 votos del Colegio electoral comprendido por todos los estados de la nación de los cuales el más importante es Pensilvania.

Ante esto nos queda la pregunta. ¿Qué pasaría si ganara Kamala Harris? Se terminaría la ideología republicana de extrema derecha impulsada por Trump. Toda una era de ocho años de la que surgió la ideología más extrema que ha surgido en la política norteamericana al grado de que en los últimos días de campaña llegó a declarar su admiración por el mismo Hitler.

Lo que haga Kamala será bueno para unos, malo para otros. Y se evidenciaría aún más que Trump ha causado una gran división en el país.

El circo mediático le seguirá sin la protección de ser presidente, ni de poderse perdonar él mismo ante la justicia; enfrentará su suerte legal como cualquier otro ciudadano americano que haya cometido crímenes. Él es un criminal sexual convicto. Su imperio se vendría abajo.

Pagaría más de 400 millones de dólares por haber violado a una mujer, y otros problemas jurídicos, si no es presidente no tendrá inmunidad para enfrentar todos los asuntos de los que se le acusa.

Si gana Kamala la esperanza es grande para que cambie no sólo el país sino el mundo, porque queramos o no, USA sigue siendo líder mundial.

Así sería la primera mujer que gane la presidencia y para México sería mucho mejor tenerla como líder estable que uno que ha demostrado lo contrario y que provoca caos, anarquía en todos los niveles social, económico y político.

Lo cierto es que… lo importante del “super martes” no sólo para los 300 millones de americanos, sino para todos los que, en el mundo, es tener la esperanza de que Estados Unidos tenga un futuro mejor y aún más nosotros, siendo México su vecino del sur y su más importante socio comercial.

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