El grito se hizo uno ¡No que no, sí que sí, ya volvimos a salir! Las mujeres marcharon el 8 de marzo, en Pachuca, en el resto del estado de Hidalgo, en México, en el mundo. El clamor: basta de violencia y respeto a los derechos.

Pancartas, pañoletas de color morado y verde, en una masa caminando por las principales calles de Pachuca. Las Plazas Juárez e Independencia fueron puntos clave para las demandas, aumentó el número de mujeres, se sumaron las de primera vez. Niñas, adolescentes y mujeres de la tercera edad, todas por una sola causa.

Las colectivas de feministas organizaron los contingentes para que todas llegaran: las familiares de desaparecidas, las violentadas, las de primera vez, aquellas con capacidades diferentes.

Las vallas que protegían el Palacio de Gobierno y el Reloj Monumental, más que blindar fueron una provocación, fueron retiradas por las marchistas y ahí se sumaron a las mujeres policías, hombres policías, quienes lanzaron gases para retirar a las participantes.

Detuvieron arbitrariamente a tres chicas, a dos más después, y golpearon a un fotoperiodista. Los ánimos se encendieron, pero las marchistas no abandonaron la Plaza Juárez. Las liberaron. Vieron por sus compañeras que después fueron a levantar quejas ante Derechos Humanos.

Casi a media noche del mismo 8 de marzo, gobierno del estado publicó un comunicado para señalar que respetaban el derecho a la libre expresión y que se actuó bajo los protocolos.

Mucho dinero invertido para resguardar inmuebles, misma inversión que se pudo utilizar para proteger a las mujeres y acabar con la impunidad.

Al día siguiente la Plaza Juárez ya estaba limpia, pero las mujeres siguen gritando respeto. Y no importan las pintas ni los vidrios rotos cuando en estos momentos en Hidalgo se vive violencia hacia ellas.

Por su parte, el gabinete de seguridad del gobierno estatal anunció este lunes a varios elementos policiacos con lesiones en el cuerpo, así como varios inmuebles intervenidos y señaló que hubo intromisión de personas ajenas a la marcha, quienes ejercieron hechos vandálicos. Y aseguraron que seguirán investigando a policías de la corporación que, de ser culpables serán sancionados.

Lo cierto es que… en Pachuca no se había vivido una marcha con tal violencia policiaca que se suma al hartazgo de las mujeres por la impunidad. La iconoclasia se hizo presente. Mucho por hacer de las instituciones para atender las demandas de respeto a los derechos de las propias mujeres.

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