Ok, ya la aprobaron. ¿La habrá leído cada una cada uno de las y los diputados locales y federales, así como senadores? Resultaron muy rápidos para aprobarla antes de que concluya la administración federal.
La reforma al Poder Judicial ya es una realidad y quedará saber en unos cinco años, incluso menos, si funciona o no y cómo transformará al país.
Sí, es una herramienta de la transformación, cambiar al Poder Judicial que ahora será elegido por usted, por aquel, por ella. ¿Sabremos los mexicanos elegir a un juez o un magistrado? ¿Resultarán ser los mejores? Si, son muchas preguntas y muchas más que irán saliendo en la práctica.
Se sabrá también cuando, ojalá y no, lo vea cada quien si lleva un juicio por una falta. Tendrá que enfrentarse a un juicio con reformas y que le vaya bien. Lo importante es que la ley sea practicada sin impunidad.
Sabemos, por años, que enfrentarse a un juicio es tardado y a veces “a favor” de un lado, lo que significa un desequilibrio al practicarse la ley. Aletargamiento, corrupción, burocracia, son sólo algunos lastres que se conocen desde muchos ayeres. ¿Ahora ya no será así?
Se entiende que la Reforma Judicial implica una renovación estructural para generar una justicia más ágil y eficiente, alineándose con los cambios sociales y culturales generados en los últimos años, y para cumplir los llamados de la sociedad mexicana de una justicia expedita.
De acuerdo con lo aprobado, los cambios se aplicarán gradualmente en 2025 y el resto en 2027.
La reforma, que se considera trascendental, se dice, buscó principalmente el fortalecimiento del sistema de reconocimiento y protección de los derechos humanos en México. Esto implicó la modificación de 11 artículos constitucionales.
Y mientras seguía el proceso de aprobación, diferentes grupos se manifestaron a favor, otros en contra, incluso estudiantes de Derecho también se manifestaron.
Trabajadores del Poder Judicial tanto federal como estatal se preguntan cómo afectará o beneficiará a su trabajo, principalmente porque gran parte realizan una “carrera judicial” y esperan obtener ascensos según su curriculum.
Y todo empezó por los salarios desorbitados que reciben los magistrados. ¿Se acuerda? Fueron interrogantes que se hizo en ese entonces el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Lo cierto es que… no sabremos qué tan transformadora fue la reforma al Poder Judicial hasta que no se vean los primeros cambios. Necesitamos tiempo para conocer el resultado. Esperemos pacientes.
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