You just say those words, we´ll whip those birds down to Acapulco bay” cantaba Frank Sinatra a finales de la década de 1950 con la emoción de saber cómo él mismo afirmaba que Acapulco era la playa más bella del mundo. Su imponente bahía fue durante 300 años un punto neurálgico del comercio internacional interconectando Asia con Europa y durante el siglo pasado fue escenario favorito de millones de turistas, incluidas las grandes estrellas de Hollywood.

El huracán “Otis” devastó nuestro gran puerto de Acapulco y en el marco de esta tragedia que marcará la historia reciente de nuestro país, vale la pena recordar que si bien no pudo ser prevista la magnitud de este meteoro hasta que impactó el puerto, lo que sí sabíamos desde hace más de 30 años es que la depredación humana que ha causado el cambio climático nos está condenando a enfrentar fenómenos naturales cada vez más potentes e impredecibles.

El tiempo de preocuparnos por el calentamiento global, ya pasó y no se hizo nada, ahora es tiempo de ocuparnos porque ese futuro que se advertía desde Montreal en 1987, ya es nuestro presente, así que el gran reto para los gobiernos y las sociedades es actuar o condenar a cientos de millones de personas al sufrimiento y la muerte, lo que implicaría (sin ánimo de ser dramático) encaminar a la humanidad a la extinción.

Afortunadamente, las tecnologías de la información han avanzado tan rápidamente que hoy es posible combinar la inteligencia humana con la artificial para resolver con mayor eficacia los problemas que nos aquejan.

La pandemia de SARS-CoV-2 a pesar de haber sido terrible pudo haber sido peor sin el desarrollo de las vacunas que fueron posibles en tiempo récord gracias al trabajo de diversos científicos como los ganadores del premio Nóbel, Katalin Karikó y Drew Weissman, quienes combinaron su genialidad con poderosas herramientas como DeepMind y Alpha Fold con las cuales se secuenciaron las estructuras de más de 100,000 proteínas.

Con este exitoso antecedente, los gobiernos nacionales, estatales y municipales deben incorporar a la brevedad herramientas y especialistas en inteligencia artificial que permitan tomar decisiones de manera rápida, eficiente y eficaz. Incorporar métodos de cálculo informatizados en la construcción de políticas públicas, permitirá salvar vidas y mejorarlas también. En el caso de la protección civil, tenemos que entender que en este momento la única certidumbre que tenemos con relación a los fenómenos naturales es la incertidumbre.

Enfrentamos un escenario complejo, pero para nuestra buena fortuna, con las herramientas tecnológicas adecuadas y los datos necesarios se pueden realizar millones de simulaciones que nos permitan crear los modelos necesarios para predecir y gestionar con mucha precisión los riesgos climáticos.

La incorporación de las tecnologías de la información, la simulación de procesos y el aprendizaje de máquina en la formulación de políticas públicas es una instrucción que el Gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca, nos ha dictado; porque es tiempo, no de preocuparse por la incertidumbre del futuro, sino de construir las tecnologías que nos permitan adaptarnos exitosamente a cualquier reto.

Google News

TEMAS RELACIONADOS