La Antropología Filosófica busca comprender qué significa ser humano. A través de las ideas de Beuchot, Ricoeur, Duch y otros, se exploran dimensiones clave como la narrativa, la comunidad y el cuerpo como espacio de experiencia. Estas reflexiones contrastan con el populismo, que simplifica y distorsiona la realidad, como lo vemos en las declaraciones de Donald Trump sobre los inmigrantes, quienes, según él, "se comen a los perros y a los gatos". Este tipo de retórica no solo es falsa, sino que busca deshumanizar al "otro" y sembrar división.

La Antropología Filosófica, especialmente desde el enfoque de Lluis Duch, nos enseña que el cuerpo y el encuentro con el otro son fundamentales para entendernos como seres humanos. Trump, sin embargo, reduce a los inmigrantes a caricaturas grotescas para alimentar el miedo y justificar políticas de exclusión. Paul Ricoeur, por su parte, plantea que la vida humana es un relato que construimos. Al deshumanizar a los inmigrantes, Trump les niega el derecho a contar sus propias historias.

Edith Stein nos recuerda que el Estado no es solo una colección de individuos, sino una comunidad que debe incluir a todos sus miembros. Los comentarios xenófobos de Trump erosionan este principio al intentar marginar a los inmigrantes. Además, Jean Grondin afirma que la búsqueda de sentido es esencial para los seres humanos. Al presentar a los inmigrantes como amenazas, Trump ignora que, como todos, ellos buscan una vida mejor, con sentido y dignidad.

El populismo, al que Trump recurre, distorsiona el sentido de la convivencia. Su estrategia es clara: crear un "nosotros" frente a un "ellos" peligroso y ajeno. Esto no solo es éticamente inaceptable, sino también una amenaza para la democracia. Andrés Torres Queiruga, al reflexionar sobre el mal, nos recuerda que este no es inevitable; la deshumanización puede ser resistida a través de la solidaridad y la acción ética.

La candidatura de Trump es una amenaza política y filosófica. Sus palabras sobre los inmigrantes reflejan una retórica de odio que socava la humanidad compartida. La filosofía nos recuerda que los seres humanos no pueden reducirse a estereotipos. Como plantea Platón en “Fedro”, el alma humana está en lucha constante por lo que es justo y verdadero. En lugar de ceder al odio, debemos trascender estas divisiones y encontrar en el otro un reflejo de nuestra propia humanidad.

Los inmigrantes no son los monstruos que Trump sugiere. Como cualquier persona, buscan mejorar sus vidas, cuidar de sus familias y contribuir a la sociedad. La verdadera amenaza para la cohesión social no es la diversidad, sino la división y el odio que figuras como Trump intentan sembrar. La respuesta filosófica es resistir la deshumanización y reconocer la dignidad de todos.

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