Ifigenia Martínez fue una figura emblemática de la política mexicana, destacándose por su incansable lucha contra el autoritarismo y su compromiso con la democracia y la justicia social. Nacida en una época en la que pocas mujeres lograban acceder a estudios superiores, Ifigenia rompió barreras al convertirse en la primera mujer mexicana en estudiar en Harvard, donde se formó como economista. Esta preparación le permitió tener una visión crítica sobre la situación de México, inspirándola a dedicarse a la transformación del país a través de la política.

A lo largo de su vida, Ifigenia luchó contra las estructuras rígidas y autoritarias del PRI, partido que monopolizó el poder en México durante décadas. En sus inicios, trató de cambiar el sistema desde dentro del PRI, pero pronto se dio cuenta de que el verdadero cambio requería una ruptura con ese régimen. Junto a Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, cofundó el Frente Democrático Nacional, y más tarde, el PRD, partido que encarnaba la lucha por una verdadera opción de izquierda en México.

El compromiso de Ifigenia con las causas democráticas la llevó a enfrentarse a graves riesgos personales. En 1968, durante la represión militar contra el movimiento estudiantil, fue arrestada en Ciudad Universitaria, un evento que marcó profundamente su vida y reafirmó su lucha contra los abusos del poder. Esta experiencia, junto con su firme convicción de justicia social, impulsó su participación activa en la vida pública, donde siempre abogó por los derechos de los sectores más vulnerables.

Como senadora y diputada, Ifigenia fue una de las voces más importantes en la defensa de los valores democráticos, denunciando la corrupción y los excesos de poder, y promoviendo reformas sociales. Su compromiso nunca flaqueó, incluso cuando enfrentaba la represión del régimen priista.

El legado de Ifigenia no solo se ve en sus logros políticos, sino también en los cambios históricos que tuvo el privilegio de presenciar. En 2018, Andrés Manuel López Obrador, quien emergió del mismo movimiento democrático que ella ayudó a construir, llegó a la presidencia. Sin embargo, uno de los momentos más significativos de su vida ocurrió en 2024, cuando Claudia Sheinbaum se convirtió en la primera mujer presidenta de México. Ifigenia, en un gesto lleno de simbolismo, tuvo el honor de colocarle la banda presidencial, un acto que representaba el triunfo de la democracia y de las mujeres en la política mexicana.

Ifigenia Martínez fue mucho más que una economista y política; fue una pionera en todos los sentidos, desafiando los límites impuestos por su género y por el sistema autoritario en el que vivió. Su lucha constante por la justicia social y la igualdad de oportunidades para las mujeres dejó una huella imborrable en la historia de México.

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