La navidad 2024 en Hidalgo es mágica, gobierno, empresarios, familias, artistas y voluntarios se la rifan, si la quieres disfrutar al máximo, pasarla super-recontra-bien, vivir arte, cultura, historia, recreación y llenarte alma, cuerpo y corazón del espíritu navideño te recomiendo ir a Hidalgo.
Primero: correr a ver el encendido de árbol gigante de navidad, visitar la aldea mágica, las villas navideñas de Pachuca, Real del Monte, el Arenal, Tulancingo, las pistas de hielo y la cabalgata de reyes, que se presenta en la capital hidalguense, Ixmiquilpan, Tulancingo y Huejutla, ir a visitar las casas y bosques iluminados de los pueblos mágicos de la montaña, Real del Monte, el Chico, Omitlán y Huasca.
Segundo: visitar los nacimientos navideños, una singular tradición Hidalguense en los 84 municipios, con libertad artística de cada creador, todo se vale, libertad absoluta de escalas, materiales, épocas, el nacimiento incorpora el árbol de navidad, los Reyes Magos, las posadas, la representación de elementos autóctonos como nopales, magueyes, árboles frutales, pastores con vestiduras típicas dependiendo de la región, venados o guajolotes sin importar que el borrego sea más grande que el pastor, se emplean materiales originarios de las zonas, como el barro, las hojas de maíz, cera, hueso, tezontle, piedra e ixtle, vamos pues todo sirve, se pueden encontrar incluso personajes como barbies y luchadores bien customizados, músicos serranos con trompetas, bandolón y acordeones.
Los pesebres navideños en Hidalgo tienen mucha presencia regional y con el paso del tiempo son un atractivo turístico de unión familiar, en global una bella obra de arte sin ir a la crítica en el detalle de cada escena, dentro de todos los nacimientos en Hidalgo sobresalen tres representaciones excepcionales que te invito a conocer.
En la colonia Jalpa de Tula, el Nacimiento más grande de Hidalgo cumple más de 50 años de tradición, que se instala cada año para celebrar la Navidad y que suma más de 5 mil piezas elaboradas por la señora María Espíndola con material reciclado o reutilizado, quien personalmente se encarga de fabricar y colocar pieza por pieza en el patio de su casa.
En módulos sobre cartón o triplay elabora el pueblo de Belén, en cada módulo construye una escena como casitas de tezontle, madera, maíz, arroz, cartón y coco, su exhibición crece conforme crece la familia porque agrega una casita al nacimiento por cada miembros que se integra a su familia, con piedritas, hierbita, ramita, o figura un algo que se encuentra en su camino adorna cada escena.
Manos humildes, creativas, amorosas, hacen posible el Santísimo Nacimiento, el más grande y tradicional del Estado de Hidalgo, se ubica en la casa marcada con el número 10 de la calle Teodomiro Manzano, en la colonia Jalpa de Tula, el más grande ejemplo que con dedicación una familia de recursos limitados crea una auténtica obra de arte.
Tercer lugar: Con 40 años de mantener la tradición Dolly una distinguida tulancinguense avecindada en Pachuca, muestra en un gigantesco nacimiento plantado en toda su casa, los pasajes más importantes de la vida de Jesucristo, omite colocar al diablo, a quien dejó de poner porque traía mala vibra y sentía le jalaba las patas y en su lugar regó por toda su exposición su vasta colección de Santa Claus que armonizan con su árbol de navidad.
No hay palabras que hagan justicia al encanto y pasión del nacimiento de Dolly, presenta imponente un arco de luces, esferas, guirnaldas navideñas, entrar a su casa, es cruzar el umbral que se cuenta a través de parábolas de Cristo, con que representa y explica uno a uno los más de 35 pasajes bíblicos que escenifica por doquier en su casa de la colonia Real de Minas.
Entre lucecitas, heno, casitas, animales y miles de detalles que dan vida a este amplio abanico de historias y que representan la vida de Jesucristo, explica con letreros la escena del profeta Simeón, quien anunció la llegada del Mesías; la visita de María Virgen a su prima Isabel, quien emitió la tan famosa sentencia “bendito el fruto de tu vientre”; los milagros de Jesús, como el de las Bodas de Caná, o la resurrección de Lázaro, la Última Cena, la presentación de Jesús en el templo, la huida de José y María, las posadas y coronando el ensamble, el Nacimiento.
Cuarto lugar: el museo de miniaturas del castillo de dragones presenta desde hace 10 años un hermoso nacimiento con 140 personajes ataviados de acuerdo a esa época, presentes en el establo, el hostal, el pueblo de Belén, el palacio de Herodes, los reyes magos, y cuarenta establecimientos de artes y oficios del año cero, como la carpintería, herrería, panadería, vinatería, escuela, huaracheria, hilandería, baños públicos, carnicería, florería, perfumería, leñador, agricultor, orfebre, pescador, florista, soldado, maestro y muchos más, para conocer la vida en el año cero ahí está la representación a escala.
Presenta la biblia ilustrada en 30 escenas en miniatura dibujadas en mariposas, una obra de arte de un distinguido maestro Enrique Ramos de Molango y artista de Ripley, presenta en escala milimétrica los barrios altos de Pachuca del Atorón, la Palma y el Arbolito en época decembrina con la estudiantina universitaria en los callejones y la posada en el patio de la vecindad.
Quinto lugar: leer las historietas decembrinas “cuento de navidad muy pachuqueño” que narra el escrito por Charles Dickens en 1843 y cuenta la historia de un pachuqueño egoísta, tacaño y huraño que cambia su forma de ser durante unas frías navidades tras la visita de tres fantasmas, es un cuento navideño perfecto para educar y hablar a los niños sobre la solidaridad, la compasión, la caridad y la generosidad en una historieta de dibujitos y acuarelas de los edificios más emblemáticos de esta ciudad y, la historieta del año cero, hace más de 2 mil años, en la época de Belén y la región de Judea durante el periodo del Imperio Romano, la vida de los comerciantes que solían dedicarse a una variedad de oficios y actividades, dos historietas elaboradas por Alejandro Rodríguez Martínez ROMA para los amigos, dibujante de aquel famoso libro vaquero.
Sexto: Si tu ombligo está en la sierra y huasteca o quieres ir a dar la vuelta, a inicios de diciembre se presentan los escenarios navideños en donde se viste a las bendiciones de manta con los bordados tradicionales, trenzas elaboradas con estambre y listones de colores y abundan los Juan Diegos con cotón de manta y bigotes estilo Cantinflas y guaraches de suela de llanta con paliacate rojo en el cuello y unos hasta sombrero y morral huasteco que dicho y sea de paso, les chismeo que los dos últimos son elaboradoros en Tantoyuca y la figura circular verde y rosa simbolizan las 4 huastecas: hidalguense, tamaulipeca, potosina y veracruzana.
Los escenarios con heno, paja, a las niñas con elementos metate, molcajete , caballo, burro y uno que otro buey como tú comprenderás, te reciben con una sonrisa, en la huasteca es típico las ferias de pueblo y los bailes populares para festejar al santo patrono de cada municipio, como la tradicional feria de nochebuena en Huejutla, que para eso los huastecos se la gastan solos, en diciembre se dan vuelo y echan la casa por al ventana para todo tipo de celebraciones, hacen fiesta por todo, rifan la chiva, la comadre y al compadre y en festejos se queda corta la viral Rubí.
Así que vete de pata de perro a Hidalgo donde diciembre los recibe con celebraciones y gastronomía decembrina con los romeritos, las tortas de bacalao, tamales, buñuelos, ponche y la ensalada de betabel, así mero como dicen mis compas “arroz o más molito”.
Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL HIDALGO ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.