El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) surgió en 2002, con la intención de garantizar el acceso a la información pública y proteger los datos personales de los ciudadanos, en ese momento con el poder ilimitado de un solo partido era imprescindible contar con una institución que garantizara la transparencia en la administración y el acceso a la información en un contexto donde los sistemas digitales aún no facilitaban la consulta de documentos y procesos gubernamentales.

Pasaron más de dos décadas, 22 años para ser exactos, hoy el contexto es distinto, la evolución de los sistemas tecnológicos, la adopción de plataformas digitales y el acceso a internet transforma por completo la manera en que la ciudadanía se informa, con un clic, desde cualquier dispositivo móvil, los ciudadanos consultan en tiempo real cualquier información, lo que deja en evidencia que las funciones del INAI quedan obsoletas y, en muchos casos, duplicadas.

En Hidalgo, el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública Gubernamental y Protección de Datos Personales del Estado (ITAIH), equivalente estatal, también enfrenta cuestionamientos sobre su relevancia actual, en sus primeros años recibían escasas solicitudes de información, ahora parece haber un repentino incremento de demandas que resulta, cuanto menos, sospechoso, muchos señalan que el repunte es una reacción defensiva ante la posibilidad de que el Instituto se someta a extinción.

Es probable que no se sorprenda a nadie cuando se vote la desaparición de los Institutos de Transparencia, la voluntad ciudadana ya no respalda su existencia, la percepción de que representa un gasto innecesario en promedio de 22 millones de pesos cada año, sin ofrecer un verdadero valor agregado en términos de transparencia, la ciudadanía no está convencida de la importancia del organismo y, con el paso del tiempo, queda claro que su ciclo llega a su fin.

Un elefante burocrático con instalaciones de lujo, duplicación de funciones, la justificación para la desaparición de organismos de Transparencia se basa, en el uso excesivo de recursos públicos para mantener estructuras burocráticas que ya no aportan lo suficiente a la transparencia ni a la rendición de cuentas, la propuesta de una reforma en materia de simplificación orgánica que impulsa el presidente, pretende transferir las facultades de estos institutos a la Secretaría de la Función Pública y a las Contralorías en los Estados, que ya son órganos de vigilancia con capacidad de gestionar obligaciones de transparencia, y todo el ahorro para las pensiones de los adultos mayores.

A lo largo de los años, el INAI acumuló un historial de casos controvertidos en los que queda claro que no siempre cumple su función de manera efectiva, los ejemplos sobran, en Hidalgo vivimos 93 años de un solo partido en el poder con cientos de casos de escandalosa corrupción y ellos bien gracias; ó el escándalo en el que se vio envuelto un alto funcionario cuando utilizó una tarjeta de nómina para pagar un servicio de esparcimiento, y el organismo alegó que la información era confidencial, este tipo de situaciones solo alimentan la percepción de que los Institutos perdieron su rumbo y, en lugar de promover la transparencia, se convirtieron en un protector de prácticas cuestionables.

En la actualidad, la información es pública y accesible para todos, gracias a los sistemas de datos abiertos y las plataformas digitales nacionales, que permiten la consulta de auditorías en línea y otros sistemas informáticos en tiempo real.

Hoy en día, las redes sociales y las plataformas gubernamentales son herramientas poderosas para la difusión de información pública, los servidores públicos, desde los más altos funcionarios hasta los administrativos, pueden comunicar a la ciudadanía lo que hacen en tiempo real, la transparencia deja de ser una labor exclusiva de organismos especializados y pasa a ser una responsabilidad compartida entre los servidores públicos y los sistemas de información que permiten a los ciudadanos estar informados en cualquier momento.

La propuesta de trasladar las funciones de los Institutos no significa la desaparición de la transparencia, es una modernización de los mecanismos a través de los cuales se garantiza el derecho de acceso a la información, la SFP y las Contralorías tienen la capacidad de asumir este rol, mientras que los ciudadanos tienen el acceso a la información que necesitan, sin la necesidad de sostener un organismo que se convirtió en un “elefante burocrático”, con gastos innecesarios y una percepción falsa de rendición de cuentas.

¿Cuándo existió más corrupción en México?, en el tiempo de existencia de los Institutos, simplemente no cumplen con su razón de ser, por eso se busca una transformación administrativa; AMLO ordenó desplegar el organigrama del INAI con sus numerosas direcciones generales e hizo énfasis en los 140 mil pesos de salario bruto que perciben los comisionados, son 4 mil 700 pesos diarios, lo cual significa alrededor de 10 veces más el salario promedio de los trabajadores inscritos en el IMSS, que es de 527 pesos, son corruptos, porque cobran un sueldo para permitir la corrupción, cómplices de la corrupción.

Nunca los organismos de transparencia se dieron cuenta que delincuentes de cuello blanco y sus socios compraron bienes millonarios en México y en el extranjero, nunca se dieron cuenta de eso, ni de todas las privatizaciones que se obtenían para beneficios para una élite.

La transformación es una necesidad impostergable, en un mundo donde la tecnología revoluciona el acceso a la información, estos institutos obsoletos pierden su relevancia y se convierten en estructuras costosas que ya no cumplen su función original, la simplificación orgánica, al trasladar sus facultades permitirá un ahorro de mucho dinero, una administración más eficiente de los recursos públicos y una transparencia más ágil y efectiva para la ciudadanía.

Que el vocero sea el pueblo que participa de forma activa en la vida pública y no un grupo de funcionarios que simulan transparencia y acceso a la información.

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