La política local, muchas veces relegada al último peldaño de las conversaciones cotidianas, cobra relevancia cuando se acerca la fecha del último informe de gobierno municipal, evento que para unos es motivo de fiesta y para otros de preocupación, marca el fin de un ciclo para los que se van y el inicio de un nuevo camino para los que llegan, el cuarto informe de los presidentes municipales que están por concluir su gestión es un momento crucial, una especie de examen final en el que la ciudadanía tendrá la oportunidad de valorar el desempeño de sus gobernantes locales.

Con base en la ley, antes del 4 de septiembre, los presidentes municipales deben rendir cuentas sobre su gestión, aquí es donde se separan las manzanas de las peras, aquellos que han hecho bien su trabajo serán recibidos con aplausos y hasta con una fiesta, porque, si hubiera reelección, ellos serían candidatos seguros, tanto así que, si contáramos con los dedos de las manos, nos sobrarían para enumerar a los que merecen continuar en su cargo.

Los alcaldes, que lograron cumplir con sus promesas de campaña y llevaron a sus municipios por un camino de progreso, podrán invitar a su familia, compadres y amigos a celebrar, nadie les dirá que derrochan el dinero, porque cuando se hacen bien las cosas, la gente lo reconoce y lo celebra, como decía AMLO: "Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie", actuaron dentro del marco legal y su recompensa es la aprobación popular, algunos cuantos los que heredaron la silla a sus familiares o comadres tal vez hagan fiesta el miércoles y se la curen el jueves 5, todo quedará en familia.

Por otro lado, están los que apenas cumplieron con su deber, que entregarán su informe a escondidas solo a la asamblea, sin dirigirse a la ciudadanía, pasarán desapercibidos y qué decir de aquellos que, por no cumplir con sus responsabilidades, tendrán que salir por la puerta de atrás.

No podemos olvidar a los que, por temor a las represalias o por no haber concluido sus tareas, intentan huir en el último momento, la historia está llena de casos en los que, justo el mero día, los atrapan y se ven obligados a dar la cara, como bien se dice: "a quien obra mal, se le pudre el tamal".

Aquí es donde se demuestra quiénes tienen madera de líder y quiénes solo buscaban llenar sus bolsillos, 2,427 presidentes municipales en el país se despiden, en Hidalgo 22 presidentes municipales, que no ganaron la elección, entregarán sus cargos, y se llevará a cabo la transición en el 82% de los ayuntamientos, mal muy mal, los ediles que negados a la transformación política se aferran al poder y heredaron su municipio a su círculo cercano de familiares y amigos, más temprano que tarde les caerá la justicia divina, la rendición de cuentas y el hartazgo del pueblo.

Con la salida de los antiguos alcaldes, llega el momento de la toma de protesta para los nuevos, desde ya, se les desea el mejor de los éxitos, la tarea que tienen por delante no es sencilla, "el poder solo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás", así que, al asumir su cargo, deberán empezar con pie derecho.

Una de las primeras actividades de los nuevos alcaldes será designar a su tesorero, pero esta vez, cumpliendo con todos los requisitos legales, nombrar a su contralor y hacer la convocatoria correspondiente, considerar la figura del comisario, tendrán que atender los asuntos sustantivos que quedaron pendientes y prepararse para lo que viene.

El 6 de septiembre tienen que estar listos y venirse a Pachuca hechos la mocha al informe del gobernador, el 15 de septiembre, cuando el país celebra el Grito de Independencia tienen que tener todo listo en su municipio.

Los que llegan lo harán con bombo y platillo, con la esperanza de hacer un cambio real, les corresponde a los coordinadores institucionales de cada región acudir a estos informes y ser testigos del inicio de una nueva era en la política local, como dice el dicho: "en casa nueva, vida nueva", y estos nuevos alcaldes tienen la oportunidad de demostrar que el cambio es posible.

A partir del 5 de septiembre tomarán posesión pero deben cumplir sus promesas de campaña, con sus cuentas y maletas listas para despedirse porque en base a la estadística solo el 75% terminará sus tres años de mandato, y en el mejor de los casos aunque todos quieran y se froten los dedos desde hoy, solo el 15% tendrá oportunidad de ser reelecto para un periodo adicional.

Los informes municipales son, sin duda, el termómetro del desempeño de nuestros alcaldes, "no se puede engañar a todos todo el tiempo", y este momento clave lo demuestra, aquellos que trabajan con honradez y compromiso, recibirán aplausos y festejos, y podrían aspirar a una reelección, en cambio, los que dejan tareas pendientes o que no lograron cumplir con las expectativas, saldrán por la puerta de atrás, acompañados solo por los suyos.

Van por tres años y por primera vez con posibilidades de reelegirse, así que tendrán que hacer bien su chamba, los resultados de su primer mes de gestión marcarán su destino, ciudadanos, medios de comunicación, críticos no les darán mas tiempo.

Los nuevos ediles en general prometieron bienestar, progreso y seguridad de las familias; mejorar la seguridad pública, infraestructura, hacer mas calles y banquetas, alumbrado, tapar baches, proporciona abasto eficiente de agua, solucionar los problemas de la basura, promocionar arte, cultura y turismo, gestionar ante el gobierno carreteras, escuelas y centros de salud, fue muy fácil prometer ahora es el momento de cumplir.

En Hidalgo es tiempo de mujeres y con Claudia llegan el 50 % bien representadas, el 80% es afín a su política, el 82% llega a municipio donde hay alternancia.

El ciclo continúa, y con la entrada de nuevos alcaldes, se renueva la esperanza, como bien ha dicho AMLO: "No se puede transformar un país sin la gente", y es en los nuevos que llegan donde depositamos nuestra confianza, les toca ahora cumplir con los mandatos, con la ley en la mano y con la ciudadanía en el corazón, "el poder es humildad", y será bajo esa premisa que tendrán que conducir sus gestiones si quieren dejar una huella que trascienda.