La transparencia en México se transforma, la propuesta de acceso a la información y protección de datos personales plantea un modelo eficiente, con mayor alcance y, lo más importante, con solo el 55% del presupuesto de antes; se trata de hacer más con menos, de convertir la rendición de cuentas en una acción común y accesible, sin el lastre de la burocracia.
Las atribuciones del Instituto de Transparencia pasan a la Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno, auxiliada por Transparencia para el Pueblo. Desaparecen los 32 institutos estatales y la responsabilidad de garantizar el derecho de acceso a la información recaerá en autoridades federales y estatales, con la vigilancia de sus contralorías internas.
En Hidalgo, son 230 entidades públicas obligadas. Las Contralorías Internas tendrán un papel clave en la vigilancia de las solicitudes de información, con facultades para sancionar a los responsables.
La reforma busca que la transparencia sea ágil, sin trabas burocráticas y con un impacto real en la vida pública.
Cada mes se realizan 600 peticiones en Hidalgo, resolviéndose en 20 días en el mejor de los casos. Sin embargo, algunas respuestas evasivas obligan a los ciudadanos a interponer medios de defensa, lo que provoca desgaste y desinterés.
El gobierno debe publicar información clara y accesible, incluyendo presupuestos, sueldos, contratos y auditorías, sin necesidad de solicitudes adicionales.
La transparencia proactiva busca reducir la necesidad de peticiones de información, haciendo que los datos abiertos estén disponibles sin trámites.
Durante años, la transparencia estuvo en manos de institutos opacos, generando más trámites y excepciones. Con la reforma, la rendición de cuentas será una práctica cotidiana, no una concesión burocrática.
Los enemigos de la reforma alegan falta de competencias y conflicto de intereses, pero pierden de vista que se trata de optimizar y fortalecer el ejercicio del derecho constitucional de acceso a la información.
La información no es de los funcionarios, es del pueblo. La transformación de la transparencia es clave para combatir la corrupción y fortalecer la confianza ciudadana.
Con la Plataforma Digital Nacional, inteligencia artificial y la vigilancia de los contralores, la transparencia tiene más canales de acceso que nunca.
En Hidalgo, estamos listos para asumir los nuevos retos con integridad, ética y un compromiso inquebrantable con la ciudadanía.
Así que con un corto, corto, largo, largo, despedimos a los institutos de transparencia.
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