En 2024 es de esperarse que los Estados Unidos continúen tratando de atraer inversiones consideradas estratégicas para su país y para Norteamérica, inversiones clave para el futuro como son las relacionadas con la industria de semiconductores, los chips y las energías renovables. Por lo que su posición seguramente será de continuidad con este proceso de desacoplamiento de China y, por ende, en este año continuaremos hablando de una reorganización industrial que hoy conocemos como nearshoring.
Por lo anterior, en México deberíamos estar conversando activamente sobre la promoción de los factores locales de atracción de inversiones extranjeras, particularmente en los estados del centro y sur de México. El proceso de atracción de inversiones extranjeras es complejo y exige mucha planeación, por lo que sociedad, universidades, gobierno federal y los gobiernos estatales de las regiones que aún no se están viendo beneficiadas por el nearshoring, podrían unirse para crear un plan de atracción de inversiones, tanto nacionales como extranjeras, y ligarlo a las vocaciones estatales.
Históricamente, México ha logrado ponerse de acuerdo y atraer inversiones extranjeras exitosamente, particularmente de los Estados Unidos. Pongamos como ejemplo el desarrollo de la industria maquiladora de exportación en el norte del país en los años 60, 70 y 80, así como la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en los 90 y el impacto que este tuvo en el desarrollo de la industria automotriz fuertemente ligada a la región del Bajío.
Sin duda, en todos estos años las empresas estadounidenses han sido nuestras principales aliadas y seguramente lo siguieran siendo. La composición de las inversiones extranjeras que llegaron a México en 2023 muestran que más del 70% de estas inversiones en realidad son reinversiones de empresas extranjeras que ya están operando en México y conocen bien el país. Por lo anterior, deberíamos aprovechar la confianza que estas empresas tienen en las vocaciones locales.
Seguramente este año se darán las inauguraciones de nuevos parques industriales, o bien, iniciarán operaciones algunas empresas que previamente anunciaron su llegada a nuestro país. Adicionalmente, se darán a conocer anuncios de empresas contratando talento mexicano y de inversionistas analizando los factores locales de atracción de inversiones a México.
Ante este panorama, resulta relevante reflexionar sobre cómo el centro y sur del país se pueden ver beneficiados por el desacoplamiento de Estados Unidos y China, así como la necesidad de muchas empresas de esta nación asiática por encontrar un lugar estratégico para sus operaciones en América Latina. México posee todo para convertirse en un lugar estratégico en esta reorganización industrial conocida como nearshoring. ¿Estamos listos?