En las recurrentes fiestas privadas, que ocurren al interior de una “suntuosa” cabaña forrada en fina madera, enclavada en la zona boscosa de una comunidad de Mineral del Chico, los lugareños saben que al exfuncionario estatal que la habita, le da por “presumir” la mansión ante propios y extraños.

Algunos invitados a los festines del lugar, han escuchado al habitante de la finca, decir que “la cava que posee al interior de la cabaña es más grande que la cava de Pedro Domecq”; de ese tamaño su soberbia.

Soberbia que, según sus confesiones al calor de los festejos, le habría llevado a hablar de más, al asegurar que la “inmunidad” le viene al haber sido asesor de un diputado local de la 59 legislatura; así es como se asume “intocable”.

Personajes locales involucrados en política, que alguna vez le tendieron la mano, hoy cuestionan la manera de como este personaje, con un sueldo de burócrata, se hizo propietario de miles de metros de bosque que se extienden al Cedral y a la Estanzuela, en Mineral del Chico.

Hoy, el señor Lamán Carranza Ramírez, está en los reflectores, no sólo por la lujosa cabaña, que en Mineral del Chico es comparada por su fastuosidad con la Colina del Perro, sino por los montos observados recientemente a la Unidad de Planeación y Prospectiva, de la que estuvo a cargo en el sexenio pasado.

Del destino de más de 55 millones de pesos, correspondientes al ejercicio fiscal del año 2022 asignados a esa dependencia nada se sabe.

Los recursos no fueron debidamente justificados en la Unidad de Planeación y Prospectiva del Poder Ejecutivo, según se desprende en un comunicado del informe recientemente entregado por el titular de la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo (la ASEH).

De acuerdo a la ley en la materia, son 20 los días hábiles para que la persona que ejerció los 55 millones de pesos en la Unidad de Planeación cumpla con las observaciones derivadas de esa revisión.

Una reacción inmediata, tras conocerse el informe de la ASEH y las presuntas anomalías en Planeación, refieren que la persona titular de la oficina administrativa, está dispuesta a ventilar lo que ocurría en esa dependencia, y deslindarse de los posibles delitos cometidos por el entonces titular del área.

El tiempo está corriendo en esa oficina, y será la Auditoría Superior de Hidalgo, el órgano que determine en el marco de la ley, si hubo o no daños a la Hacienda Pública Estatal, y conocer el destino de los más 55 millones de pesos, hasta hoy no comprobados.

Esta observación, retrata con fidelidad lo sucedido con el llamado Sincotrón, esa unidad de investigación de primer mundo, que terminó convertida en un proyecto “pifia” anunciado con bombos y platillos en Hidalgo, diseñado precisamente en la Unidad de Planeación y Prospectiva en los tiempos de Lamán Carranza.

Los 500 millones de pesos destinados para el Sincrotrón fueron desviados, Hidalgo en materia de investigación sólo hizo el ridículo con ese anuncio y el exfuncionario, del que se dice en la Estanzuela terminó convertido en “nuevo rico”, tiene los días contados en la ASEH para subsanar la observación millonaria señalada.


SE LO PONGO POR ESCRITO

Nos dicen que el presunto boicot a los camiones recolectores de basura en Pachuca, resultó ser una patraña del municipio; con “cerros” de desechos la imagen de la capital es deprimente.

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