“El día qué el PRI pierda las elecciones en Huejutla, Ixmiquilpan y Pachuca, ese día estará a punto del colapso, de la extinción”, me dijo Eugenio hace unos 28 años, mientras nos dirigíamos a la región Huasteca; se trataba de la cobertura periodística de una gira presidencial.

Tres décadas después, recordé las palabras de “el güero” Imaz, al revisar el mapa electoral donde el Partido Revolucionario Institucional, el PRI, no sólo perdió los municipios clave de su hegemonía, sino que de los 84 ayuntamientos sólo gobernará uno a partir de septiembre próximo, sólo uno.

Fue hace casi 30 años, que a través de Eugenio hermano de Carlos, conocí a Claudia, una joven profesionista que cursaba un doctorado en Energía en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Difícil advertir que, con el paso de los años, Claudia se convertía en la primera presidenta de México, arropada en las urnas por una mayoría electoral, que no sólo le da legitimidad, sino que hace incuestionable su triunfo.

Así amaneció México este 3 de junio, con una geopolítica nacional prácticamente “pintada” de guinda y con un partido tricolor casi al borde de la extinción.

En Hidalgo, por ejemplo, el efecto Morena puso nuevamente en la escena legislativa el denominado “carro completo”, donde el Movimiento de Regeneración Nacional tendrá la mayoría.

El pasado 12 de marzo, cuestioné en este espacio el regreso electoral del exgobernador Francisco Olvera, pues si bien hizo uso de un derecho que le asistía, su postulación como candidato a diputado federal no fue bien recibida, ni al interior del edificio Colosio, ni en la generalidad del electorado; los resultados están a la vista, el rechazo fue contundente.

Pasada la elección, habrá que mirar hacia adelante, y revisar de que forma se conducirán los nuevos ayuntamientos, en especial, los que en campaña se vendieron electoralmente como “apóstoles” de la denominada Cuarta Transformación.

Y si, en efecto, me refiero a los municipios que serán gobernados por el PT (Partido del Trabajo), donde sus autoridades mostrarán si a partir de septiembre juegan a “dios o al diablo”.

Es decir, demostrar lealtad al proyecto del Ejecutivo estatal y de la 4T, o se limitan a obedecer al Grupo Universidad y a los intereses de su vitalicio líder.

En tanto, la fotografía de este lunes, da cuenta de una composición geopolítica con una contundente mayoría de Morena con 53 municipios, y de una pluralidad en la que verdes, naranjas, azules, amarillos y un rojo, estarán al frente de 31 municipios.

Y 30 años después, con la salud recuperada, después de radicar durante algunos años en el sureste mexicano, me enteré que Eugenio estará de regreso en el centro del país, y que estará muy bien; tomando decisiones importantes… Lo mismo en un tablero de ajedrez como también en la mesa de un dominó, como es su estilo, lo sé.


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