Si bien la construcción de la carretera de cuatro carriles de Pachuca a la Huasteca hidalguense, ha demorado por varios años, desde la capital a Huejutla de Reyes, se llega relativamente pronto.
A Huejutla, “corazón” de la Huasteca, se le conoce así, por ser el centro económico de esta región de México, en la que confluyen cuatro estados del país, a saber, San Luis Potosí, Veracruz, Tamaulipas y desde luego, Hidalgo.
Sucede cada inicio de noviembre, cuando Huejutla se viste de color con su tradicional Xantolo, para recibir al turismo nacional y de distintos países del mundo.
Ahora, nuevamente está de fiesta, al haber iniciado una edición más de su denominada Feria de la Nochebuena.
A diferencia de eventos similares, como la feria de Pachuca, que en los años recientes ha venido a menos, en la de Huejutla se tomaron decisiones previas.
Por ejemplo, en esa fiesta no habrá huastecos “de primera y de segunda”, pues la población que asista al recinto, tendrá la oportunidad de divertirse por igual.
Foros populares, como su denominado Teatro del Pueblo (porque históricamente se le ha denominado así y no obedece al discurso demagógico de la moda gubernamental), se diseñó de tal manera que la población en general tenga acceso y cercanía a los eventos artísticos.
En su recinto se contempla una cartelera, que lo mismo se ha presentado en las ferias más importantes de México, como la de León, Aguascalientes o las Fiestas de Octubre de Guadalajara.
En la de Huejutla, por ejemplo, se instruyó erradicar los llamados espacios V.I.P, a diferencia de Pachuca, donde sólo fueron “transformados” en costosas barras instaladas para el consumo de alcohol, y a las que sólo los privilegiados pueden acceder, para justamente generar la percepción de la existencia de “hidalguenses de primera y de segunda”.
En esos aspectos, tanto social como de salud, la autoridad local de Huejutla ha sido perceptiva, pues finalmente, se trata de una tradición donde la convivencia familiar “lleva mano”.
Un valor muy importante, se refiere a la esencia que dio origen a la Feria de la Nochebuena, y que radica en la ganadería, pues productores de diferentes estados de México, han llevado ejemplares bovinos no solo para el intercambio comercial, sino para establecer comparativos que permitan un impacto positivo en la producción ganadera.
El rubro artesanal también es importante, gracias a los productos que surgen de las “mágicas” manos de los alfareros de Chililico, tan solo por citar un ejemplo.
Y de la gastronomía hay mucho que hablar, pues Huejutla es verdaderamente rica en los sabores de su pan, de sus quesos, sus enchiladas y tamales, entre una muy amplia variedad de productos típicos de esta zona hidalguense.
Reza un conocido huapango, que “para hablar de la Huasteca hay que haber nacido allá”, su fiesta decembrina, que en Huejutla se celebra al finalizar el año, habla muy bien de su gente, de sus tradiciones, de su riqueza y su cultura.
La de este año, es la octava edición de un festejo a cuyo frente está José Alfredo San Román, el actual alcalde; sobran razones para anticipar que el festejo debe salir sin contratiempos.
SE LO PONGO POR ESCRITO
Y sin embargo el turismo hidalguense está de luto, paradojas de la vida; fueron muchas las semillas que Bárbara Cajero sembró, me consternó su muerte; descanse en paz.