Estúpida, basura, pendeja y puta”, son algunos de los calificativos ofensivos y denigrantes de los que habría sido objeto Pamela y que obran en una investigación judicial.

Pamela es una joven mujer pachuqueña, que con valentía decidió denunciar a su expareja.

El denunciado es Lamán “N”, que en el pasado gobierno fungió como funcionario del Gabinete estatal, al ser titular de la Unidad de Planeación y Prospectiva, y de quien se dice, goza de un “manto protector” que le daría inmunidad política para que los delitos por los que se le acusa queden impunes.

Desde el año 2017 y hasta el 2024, según consta en la parte pública de la investigación que fue reabierta contra Lamán “N”, la joven mujer habría sido objeto de violencia verbal, psicológica, sexual, de género y también vicaria.

En 2017, Pamela habría recibido un “puñetazo” en la cara por parte de su expareja, pero por temor, la joven violentada no denunció al sujeto con quien procreó una hija.

Además de la denuncia penal interpuesta contra Lamán “N”, hay un proceso judicial familiar que también fue abierto.

En este, la persona que se desempeña como juez del caso, dictó entre otras medidas cautelares, que Pamela y su hija tenían derecho a habitar en la vivienda que compartían con su expareja, pero el mandato es que el demandado debía mantenerse lejos de ambas, medida que Lamán “N” se negó a acatar.

Los datos aquí señalados, son aportes de la parte pública de las investigaciones que me corroboró el abogado que defiende a Pamela contra la violencia de la que ha sido objeto.

Esta condición de presunto desacato de una medida cautelar dictada por una juez, para que el agresor permanezca lejos de las víctimas, nos lleva en automático a recordar los hechos trágicos ocurridos en la comunidad de Azoyatla, donde una mujer víctima de violencia por parte de su expareja fue asesinada junto a otros de sus familiares.

Por tanto y con ese duro antecedente, es que la jueza Janett Montiel Mendoza, ordenó al Ministerio Público, la reapertura de las investigaciones judiciales por la denuncia que Pamela interpuso.

Hace unos meses, Montiel Mendoza, fue juzgada con severidad tras la tragedia de Azoyatla, y ahora, es la misma jueza que con su determinación judicial, ha enviado una señal de alerta a la sociedad, a los entes de procurar seguridad, justicia, a los grupos feministas y a todas las esferas gubernamentales, que hay dos vidas en riesgo, la de Pamela y la de su hija y que tragedias como la de Azoyatla no se debe repetir.

Esta no es la primera ocasión que el exfuncionario enfrenta una denuncia, pues meses atrás organismos como la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo, la ASEH y la secretaría de la Contraloría estatal, también señalaron el “dudoso” desempeño del exfuncionario en el manejo del dinero público.

Hay un “negro” historial detrás del denunciado, por lo que urge atender la integridad de Pamela y de su hija, ante un proceso penal que no contempla el perdón legal; y a esa, se podrían sumar otras denuncias.

SE LO PONGO POR ESCRITO

Habrá que esperar con cautela los números que se den a conocer en materia de turismo, como visitas, pernoctas, afluencia en balnearios y derrama económica.

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