Una combinación acertada, entre la marca de un partido político y la persona que lo encabece en una elección, coloca invariablemente a esa expresión en la antesala del triunfo, suena lógico.

Por eso, es que el partido en el poder, que es el denominado Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), debe aprender de sus errores pasados y evitar dar pasos en falso.

A esta expresión “guinda”, le ocurrió ya en los comicios del año 2020, cuando se llevó a cabo la renovación de los 84 ayuntamientos.

En la capital, por ejemplo, cuando parecía tener todas las posibilidades de triunfar en barrios, colonias, fraccionamientos y comunidades de Pachuca, las posibilidades de triunfo se le diluyeron “estrepitosamente”.

Pablo Vargas, su entonces abanderado a la alcaldía, tenía como hasta ahora, el reconocimiento de importantes sectores de la cultura, de la academia y de la izquierda política, no así del grueso social, por lo que requería el “músculo” de la maquinaria de un partido que electoralmente lo abandonó a su suerte.

Esta vez, en la antesala de las decisiones municipales, Morena no puede cometer errores que lo confinen a escenarios similares como los de hace 4 años.

Huejutla, por ejemplo, es un municipio clave en la Huasteca hidalguense y en la geopolítica estatal, lo mismo por su población, economía y amplios niveles de participación ciudadana.

En Huejutla, si el obradorista partido mayoritario, decide las candidaturas en función de escuchar a las mayorías, y si hace realidad la retórica de que “el pueblo pone y el pueblo quita”, las cosas parecen estar definidas.

Y es que, entre los muchos “suspirantes” por la alcaldía, curiosamente hay uno que goza de la empatía entre los huastecos, no de ahora, sino desde hace varios lustros.

Aunque su nombre de pila es José Alfredo, y sus apellidos no son “Hernández Hernández” (como es común en este pueblo) sino San Román Duval, la gente lo conoce como “el carretas”.

Algo tiene este político, que a diferencia de muchos exalcaldes, localmente es bien visto en las casi 200 comunidades del municipio.

Dicen los huastecos, que “el carretas es pueblo”, y que a diferencia de los políticos de alcurnia”, de los adinerados y de los caciques, a San Román lo mismo se le ve en las enchiladas de Galván, la fonda más popular de Huejutla, que en el mercado del lugar.

Cierto que en la “danza” de los que buscan alguna candidatura, es común verlos llegar a las comunidades vestidos de manta, con camisas bordadas y coloridos huipiles, algo que no sucede con “el carretas”.

Y aunque asegura estar orgulloso de la indumentaria de estos pueblos, el viste de tenis, botín, mezclilla y sobrero, así es como llega a las comunidades y se mezcla entre las gente.

Huejutla cuenta oficialmente con 180 comunidades, aunque para otros, son más de 200, pues algunos pueblos se han dividido y prácticamente en todos, la gente dice que “el carretas” va.

Cierto que el de Huejutla es un fenómeno extraño, pues la alcaldía, para algunos representa la cúspide, para otros el ocaso y hasta la “fosa” política para los menos hábiles.

Pero el de Huejutla ciertamente es un caso raro, porque ahí la gente sigue diciendo que será “el carretas”, y como no hubo consensos, a ver que dicen las encuestas.

SE LO PONGO POR ESCRITO

Y la compra de carros último modelo para el personal del IEEH, parece ser la noticia del proceso, mientras que los desencuentros en el órganismo electoral, están a la orden del día, como nunca antes.

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