Con lujo de soberbia, la cúpula estatal del Partido Nueva Alianza Hidalgo (PANALH), en su reciente asamblea, aseguró “a voz en cuello” que esa expresión “ya no es de un solo sector, que su crecimiento no se debe a los votos del magisterio y que su triunfo es gracias a otros actores sociales”.

Hundida por “la madre de todos los defectos”, que es precisamente la soberbia, la dirigencia estatal de Nueva Alianza salió, no a marcar distancia del gremio que políticamente les da vida, sino a pronunciar, en otras palabras, que “del sindicato ya no necesitan nada”.

Así, el fin de semana, unas quinientas personas se dieron cita en un salón que habitualmente sirve para bailes de quinceañeras para adular a su dirigente moral, investigado hoy presuntos actos de nepotismo en la presidencia municipal de Zempoala.

Y, sin embargo, los síntomas de debilidad en esa dirigencia son notorios, pues en la asamblea reciente, fue marcada la ausencia de una mayoría de funcionarios electos popularmente y que discrepan con la dirigencia estatal a cargo de Sergio Hernández.

Si bien acudieron al evento algunos funcionarios públicos, los que mayormente ocuparon el recinto fueron integrantes de los comités municipales del PANALH, donde predominan amigos y compadres del hacendado de Actopan.

Diputados locales de peso importante en esa expresión, como Jorge Argüelles y Alejandro Pérez, por ejemplo, ocuparon su agenda y tiempo en otras tareas, como igualmente sucedió con decenas de regidoras, regidores, síndicos y síndicas, que optaron por dejar de acudir al llamado de Sinuhé Ramírez y de Sergio Hernández.

El mensaje enviado desde el salón Perla al magisterio hidalguense, de que “Nueva Alianza ya no necesita del SNTE porque se convirtió en la segunda fuerza estatal”, indudablemente saldrá políticamente caro a quienes lo emitieron.

La soberbia les nubló la razón y les hizo olvidar que desde su gestación el Partido Nueva Alianza requirió de todo el aparato magisterial para poder constituirse como fuerza política.

Parece que apuestan a un segundo fracaso, como el revés que ocurrió con las millonarias prerrogativas que hoy el PANALH debe compartir con el emergente sol azteca Hidalgo.

Peor aún, cuando integrantes del magisterio, han señalado actos de presunta corrupción en ese partido, como sucede con el representante del PANAL ante el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo.

Del funcionario, se afirma que abandonó su responsabilidad de estar al frente de la cartera de conflictos en secundarias generales de la sección XV del SNTE, para dedicarse a hacer política partidista, pero sin renunciar a su salario en educación.

De tal suerte que Nueva Alianza no tendría ante el IEEH a un representante, sino a un presunto “aviador”, cuyo caso, debiera ser investigado por la SEPH.

Y así las “fantasías” de la dirigencia estatal de Nueva Alianza, que tarde que temprano, podría migrar de los salones Perla y D´Carlo, y sin el apoyo del SNTE “atiborrar” cada 28 de diciembre el Estadio Hidalgo, digo, se vale soñar.

SE LO PONGO POR ESCRITO

Tulancingo, Zempoala, Mineral de la Reforma, Cuautepec, Pachuca, Mixquiahuala y Tulancingo, están en la mira de la Contraloría y de la ASEH… hasta donde tope.

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