El viejo y deteriorado piso, de la histórica explanada, en la denominada Plaza Juárez de Pachuca, fue confinado a cerros de escombro, que rebasan la altura de las estructuras de madera colocadas para delimitar el sitio de la obra.

Un “montón” de historias sucedidas, que marcaron de alguna forma el pulso social y político de Hidalgo, se van entre el cascajo, la tierra, piedras y otros materiales, que en algún sitio quedarán sepultados.

Sepultados al igual que aquellas páginas, como la ocurrida el 28 de abril de 1975, día que presuntamente se “cayeron” los poderes en Hidalgo.

Y no es que los poderes se cayeran como la historia lo registra, pues la desaparición de los mismos, obedeció a una decisión política atribuida a Luis Echeverría Álvarez, entonces presidente de México que, desde su poder hegemónico, decidió que el gobernador Otoniel Miranda, fuera derrocado.

Esa vez, grupos de choque a sueldo, llegaron de diferentes lugares para hacer destrozos en el inmueble de lo que es el Palacio de Gobierno.

Fue también en la Plaza Juárez de Pachuca, donde el profesor Roberto Meza García, fundador del extinto Consejo Central de Lucha del Magisterio Hidalguense (CCLMH), llegó juntó a cientos de personas integrantes de la llamada Alianza Cívica Hidalguense.

Los manifestantes con cubetas, botes y tambos, exigían al gobernador Jorge Rojo Lugo, resolviera el problema de la falta de agua en Pachuca.

Un primer “boquete” a la muralla del priismo hidalguense, lo hizo el profesor José Guadarrama Márquez, al fundar el Frente Democrático Hidalguense, y en 1999, hasta la Plaza Juárez, llegaron miles de hidalguenses para manifestarse contra lo que consideraron la imposición de Manuel Ángel Núñez.

Una década más tarde, Xóchitl Gálvez Ruiz, la entonces candidata opositora del PAN, PRD, PT y Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano), hizo gala de sus habilidades matemáticas la noche que cerró su campaña política en la Plaza Juárez.


“Si las cuarenta mil personas aquí reunidas cada una invitamos a votar a diez más ya ganamos la gubernatura de Hidalgo”, expresó la ingeniera Xóchitl a voz en cuello, pero nos cálculos no le salieron.


Y como la Plaza Juárez, era la sede de los tumultos, fue la UNTA (Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas) la que hizo posible se llenara el sitio que sirvió para el cierre de campaña de Andrés Manuel López Obrador en el 2018.

Estar en el balcón del segundo piso en Palacio de Gobierno, y escuchar al unísono el “viva México” de miles de hidalguenses, hace que la piel se “enchine”, como ocurre la noche de cada 15 de septiembre en Plaza Juárez; más de una vez fui testigo.

Ese “pedazo” del Centro Histórico, sirvió de recinto para manifestaciones sociales contra los gobiernos locales, donde los “inquilinos” frecuentes, resultaron ser los llamados antorchistas.

Si la remodelación iniciada en ese lugar, convierte a la plaza en un sitio verde, sustentable, cálido, y le devuelve el sabor de la provincia, es posible que se convierta en un lugar emblemático, como ocurre en Puebla, Querétaro y otros lugares de México.


SE LO PONGO POR ESCRITO

El bloqueo carretero de este lunes en Pachuca, en protesta contra decisiones del IMSS, es una muestra de que el organismo requiere “cirugía mayor”; ¿Podrá el “paciente” con el proyecto Bienestar, o se queda en “terapia intensiva”?

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