La mañana del sábado 12 de octubre, fueron localizados los cuerpos de tres mujeres en el sitio denominado como el Jagüey, ubicado en la comunidad de Téllez, que pertenece al municipio de Zempoala.
Que este trágico acontecimiento haya ocurrido justamente en Zempoala, obliga a la autoridad municipal a ocuparse de las responsabilidades de procurar seguridad para la gente que habita en ese municipio.
Tan sólo este asunto, refiere la necesidad de que el alcalde en turno, Sinuhé Ramírez, se concentre como edil, y se aparte de la añoranza de dirigir a un gremio, al que llegó gracias al apoyo de Mirna García, Alejandro Soto y Moisés Jiménez, exdirigentes magisteriales que heredaron una confianza, que en el SNTE califican como “traicionada”.
Un recuento:
Por los días en que el gobierno de Francisco Olvera, hacía todo lo posible para evitar que el abogado Julio Menchaca, se convirtiera en el ombudsperson de Hidalgo, Sinuhé Ramírez, ya “ungido” como secretario general de la sección XV del sindicato de maestros, se había posicionado como “incondicional” del gobernador Olvera, su paisano nativo de Zempoala.
Así, desde un edificio distante a las oficinas ubicadas en el G. Bonfil, es que la dupla Olvera-Ramírez, instrumentaron la fractura del magisterio hidalguense, unido hasta entonces.
Una denuncia por malversación de fondos sindicales, fue la “punta del iceberg”, que derivó en el rompimiento de la dirigencia del SNTE en Hidalgo.
“Empoderado” por el gobierno de Francisco Olvera, Sinuhé Ramírez, logró en 2018 convertirse en candidato a diputado federal y representar “dignamente” al PRI-Nueva Alianza y Verde Ecologista en el distrito de Tepeapulco.
En esa elección y sin la aceptación mayoritaria, Ramírez Oviedo fue derrotado en las urnas por el partido Morena, cuyo logotipo bordaría “congruentemente” en sus camisas de campaña por la alcaldía de Zempoala seis años después.
Así, el ex líder magisterial, se encontró como alcalde de Zempoala, con un municipio vulnerado por la inseguridad, deficientes servicios públicos y un crecimiento anárquico, que invariablemente le obligan a centrarse en el cargo y dar resultados inmediatos.
El de Zempoala, debe entender que el gobierno del priista Francisco Olvera terminó hace ocho años, como sucedió igualmente con su liderazgo en el magisterio de Hidalgo, y que los extintos “liderazgos morales”, en el contexto de la transformación, hoy son sinónimo de inaceptables cacicazgos.
Así, desde el 2022, año en que comenzó el periodo de la administración Menchaca, el dirigente formal de la sección XV del SNTE Hidalgo, se llama Said Vargas, un docente que llegó “arropado” mayoritariamente por las bases magisteriales.
Esas bases que reprobaron que su antecesor Luis Enrique Morales, fuera “sometido” a los intereses de una corriente fáctica, que en el 2024 a más de 10 años de haber sido “encumbrada” por el ex gobernador Olvera, pretende debilitar no a Said Vargas, sino al magisterio de Hidalgo.
SE LO PONGO POR ESCRITO
Difícil creer en los resultados de una “prematura” encuesta digital, que coloca al edil de Mineral de la Reforma muy por abajo del alcalde priista de El Arenal; Medécigo, según se sabe, hasta ahora va bien y con posibilidades de mejorar… ¡Vaya nerviosismo de los encuestadores!