Históricamente, ningún gobierno municipal de Pachuca, ha logrado resolver los graves problemas social, de salud y ambientalistas, derivados de la ineficiente recolección y confinamiento de los residuos sólidos.

Más de una autoridad, ha pretendido como “salida fácil” al tema, señalar de irresponsable y nada colaborativa a la ciudadanía, al grado de imponer multas económicas y otra serie de sanciones, antes que implementar acciones eficientes contra la basura en las calles.

Los “cerros” de desechos sólidos, que hoy ensucian la imagen de barrios, colonias y fraccionamientos de las localidades que conforman la zona metropolitana, son consecuencia de pésimas decisiones municipales.

Cito, tan sólo como ejemplo, un lejano desencuentro ocurrido durante el trienio de Ernesto Gil, como alcalde de Pachuca, y Alfonso Islas, que en su calidad de ex líder de los taxistas y patrocinador de campaña del “sinaloense”, fue ungido como titular, en esa administración, como responsable de Limpias Municipales.

Tan ineficiente era el servicio de recolección, que los presidentes de los extintos Consejos de Colaboración Ciudadana de barrios y colonias de Pachuca, exigieron al alcalde Gil la renuncia de su funcionario, que implementó paliativos para atender un problema que jamás fue resuelto.

Imágenes de la historia capitalina, registran al extinto ingeniero José Antonio Tellería Beltrán, junto integrantes de su gabinete, haciendo labores de limpieza con escobas, carretillas y tambos en la plaza Independencia de Pachuca, ante la negativa del sindicato de trabajadores municipales para atender este servicio público.

En algún momento, Lourdes Parga Mateos, en su calidad de titular del Consejo Estatal de Ecología, “sufrió”, por ejemplo, las determinaciones del entonces alcalde, Juan Manuel Sepúlveda, que obligó al “COEDE” a retirar de las instalaciones de la Feria de Pachuca, depósitos separadores de basura orgánica e inorgánica, bajo el argumento de que el municipio, carecía de confinamientos de uno u otro tipo de desechos.

Si bien, la estrategia implementada por Lourdes Parga, en su calidad de responsable de las políticas públicas del medio ambiente en Hidalgo era atinada, el proyecto tuvo que ser desechado ya que el municipio jamás fue colaborativo.

Previo a la pandemia, en mayo del 2018, una nube de humo y ceniza “inundó” el aire de diferentes municipios de la zona metropolitana.

El origen del humo tóxico, fue consecuencia del basurero municipal incendiado de Mineral de la Reforma, y se procedió ese mismo año la clausura del depósito, para solo agravar el conflicto.

El periodo de Sergio Baños, como edil capitalino, ha sido igualmente considerado como uno de los peores en ese rubro, al grado de que enmedio de las elecciones municipales, se dijo que la basura en las calles de la capital, obedecía a una “moneda de cambio” electorera, para provocar el enojo ciudadano, beneficiar a MORENA y propiciar el “hundimiento” del PRI, partido del que emergió Baños a la Casa Rule.

Jorge Reyes, Eduardo Medécigo, Edmundo Méndez, Sinuhé Ramírez y Mario David Medina, alcaldes de Pachuca, Mineral de la Reforma, Mineral del Monte, Zempoala y San Agustín Tlaxiaca, están a tiempo de diseñar una solución de fondo al problema de la basura, y de paso, definir como querrán ser juzgados por la ciudadanía de los municipios que hoy gobiernan, cuando ya no estén en el cargo.

SE LO PONGO POR ESCRITO

Sobre el incendio ocurrido ayer en el cerro El Chilelete, el edil de Epazoyucan mucho debe aclarar, porque la quemazón puso al descubierto la existencia de un basurero clandestino.

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