Mañana se vence el plazo, Estados Unidos elegirá a su nueva presidenta o presidente y hay una gran expectativa sobre quién será el mandatario que ocupará la Casa Blanca por los siguientes 4 años.
La contienda no puede estar más pareja y mientras por un lado aparece el candidato republicano, Donald Trump con una actitud muy agresiva, grosera y déspota, de nueva cuenta amenaza con expulsar a los migrantes, ahora también sus ataques homofóbicos y racistas se han hecho más frecuentes.
Por otro lado está la demócrata Kamala Harris, quien se perfila, en caso de ganar, como la primera mujer en ocupar la presidencia estadounidense, quien al contrario de Trump, busca la unión de la sociedad norteamericana dejando a un lado los odios.
Para muchos mexicanos, sobre todo los migrantes, regresa el miedo de las prometidas deportaciones masivas de los mexicanos que trabajan en Estados Unidos. La gran mayoría de los votantes ya tienen tomada su decisión y en pocas horas lo reflejarán en las urnas. La pregunta es si le alcanzarán los votos a Kamala para vencer a Trump.
Sin embargo existe un extraño fenómeno que ocurre con muchos hispanos, sobre todo de origen mexicano que se han dejado influenciar por el agresivo nacionalismo del magnate neoyorquino y votarán en favor de Trump.
Según las últimas encuestas, la contienda tiene un empate técnico, y la ventaja la tiene Kamala Harris con tan solo un punto porcentual, o sea nada.
Ante estas circunstancias, la clave del triunfo de una u otro radica en el sistema de votación de Estados Unidos, pues aunque un candidato logre más votos que su rival, aún así puede perder.
Esto ocurrió con Hillary Clinton, quien pese a haber superado a Trump por más de tres millones de votos, perdió la contienda al ganar Trump los puntos electorales de los estados clave.
Cada estado tiene un valor electoral de acuerdo al tamaño de su población. Y como ejemplo está California -el estado más poblado- que tiene 54 puntos electorales, mientras que estados como Dakota del Sur o Delaware tienen 3. Por ello es tan importante para un candidato ganar en estados clave como California, Florida, Texas o Nueva York.
De igual forma, hay puntos muy valiosos que generan algunos estados llamados “péndulo”, ya que ellos suelen cambiar su apoyo de un partido al otro dependiendo el ambiente político del país. Entre estos estados se encuentran Arizona, Georgia, Michigan, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin que entre todos ellos suman 93 puntos del colegio electoral y que podrían inclinar la balanza para cualquier lado.
Parece que la suerte está echada y en pocas horas se sabrá el futuro de Estados Unidos, pero sobre todo el futuro de millones de mexicanos radicados allá y otros tantos de migrantes, muchos de ellos hidalguenses que son el sustento de muchísimas familias con las importantes remesas que ya forman parte de la economía, no solo en Hidalgo, sino en el resto del país.