La medida adoptada por Donald Trump sobre el incremento en los aranceles que entran a su país, definitivamente se ganó la antipatía de muchos mexicanos, pues esta situación afecta la economía de empresarios y por consecuencia trabajadores.
La actitud agresiva de Trump tuvo respuesta de muchos connacionales y en redes sociales se hicieron campañas de “castigo” contra el mandatario norteamericano, para vetar de este lado de la frontera los productos emblemáticos estadounidenses.
El refresco Coca Cola fue el primero en la lista, y aunque esta empresa no es propiedad del presidente de Estados Unidos, sí representaba ese repudio hacia el mandatario, por lo que muchas personas iniciaron campañas para que no se comprara el refresco en territorio mexicano.
Fue entonces que la comunidad de La Cantinela, en Ixmiquilpan se hizo famosa no solo a nivel nacional, sino hasta mundial, luego de que se difundió la noticia que en ese lugar, está prohibida la compra y venta de la Coca, y existe una multa de 5 mil pesos a los infractores.
Esta noticia se consideró un acto de rebeldía contra el presidente de Estados Unidos y muchos activistas aplaudieron e incluso sugirieron seguir el ejemplo de La Cantinela.
Sin embargo el propio presidente municipal de Ixmiquilpan ha salido a aclarar que esta prohibición contra la Coca Cola en La Cantinela no es nueva y tampoco es una respuesta a las medidas de Donald Trump, sino que se trata de un tema de usos y costumbres.
La prohibición de la compra y venta de Coca Cola en La Cantinela tiene más de 10 años de existir, pues se dijo que los propios pobladores vetaron el refresco luego que la empresa se negara a colaborar económicamente en la comunidad, pese a que generaban utilidades.
El “bando” que advierte sobre la prohibición y las multas, se renovó hace unos días para actualizarlo al 2025, cuya imagen fue difundida en muchos portales noticiosos y se convirtió en un estandarte de la lucha contra Donald Trump, sin que se supiera su verdadero motivo.
Los usos y costumbres es una práctica milenaria que opera en muchos lugares del país, donde incluso rigen a las comunidades y en algunas ocasiones se contraponen con las leyes oficiales.
Pero como dijera el dicho popular: Haiga sido como haiga sido, La Cantinela se hizo famosa y es un emblema contra Donald Trump.
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