En el mismo municipio de Michoacán donde el colectivo Buscando Cuerpos reportó hace un año la aparición de una megafosa clandestina que contenía más de 130 restos humanos, la Fiscalía General de la República acaba de abrir una carpeta de investigación contra funcionarios públicos que, según un comunicado dado a conocer hace unos días, sostienen “reuniones habituales” con “fines delictuosos” con integrantes de un grupo criminal que opera en la región.
En el fondo de una barranca de Tacámbaro, Michoacán, madres buscadoras encontraron en octubre de 2023, confundidas entre basura, botellas, trozos de vidrio y envases de plástico, un conjunto de osamentas. La fundadora del colectivo, Margarita López Pérez, informó que el grupo había realizado un hallazgo inicial de 40 osamentas.
El Cártel Jalisco había anunciado que iba a entrar “con todo” al municipio. Organizaciones de derechos humanos denunciaron más tarde la desaparición de hombres y mujeres: “más de 600”, dijo López Pérez.
En los mismos días en que la fosa fue reportada por las madres buscadoras, un comando intentó asesinar en pleno centro de Tacámbaro al hermano del alcalde en funciones, el morenista Artemio Moriya.
El hermano del alcalde, Ricardo Moriya, logró salvarse, pero cinco personas que se encontraban en el lugar perdieron la vida en el atentado: una de ellas era una madre buscadora que intentaba encontrar a su hijo de 16 años, desaparecido desde hacía un mes. Cayó también un matrimonio originario de Tacámbaro, así como un agente municipal.
La indignación estalló entre la población: el alcalde fue acusado de haber entregado el municipio al crimen organizado. Su hermano no era el primer miembro de la familia al que alcanzaba la violencia criminal: tres meses antes del atentado en el centro de Tacámbaro, uno de los sobrinos del edil, Yoshio Moriya Villaseñor, apodado El Japonés —e hijo de Ricardo—, fue acribillado por al menos tres hombres mientras caminaba por una avenida de la cabecera municipal.
El alcalde había sido amenazado por el Cártel Jalisco Nueva Generación, que se hallaba inmiscuido en una sangrienta confrontación con Cárteles Unidos. Por ese tiempo circulaban en redes sociales todo tipo de amenazas dirigidas contra Moriya: “Gente de Tacámbaro no salgan. Si no quiere morir gente inocente. Vamos por presidente Artemio y esposa y tesorero y esposa”.
En los primeros días de este año, otro sobrino de Moriya fue ejecutado el día de su boda en el interior del Registro Civil, hasta donde fue a buscarlo un sicario.
Las cosas no terminan ahí: una hija del alcalde, Yeishi Moriya, fue aprehendida en 2022 por autoridades estadounidenses, cuando intentaba traer a México 248 mil dólares en efectivo y dos armas de fuego.
La mujer contó que un conocido de Tacámbaro, un tal “Eduardo”, le había pagado tres mil dólares para que recogiera el dinero.
Todo esto ocurría en un clima de balaceras, asesinatos, emboscadas y decapitaciones.
En las elecciones de junio pasado resultó triunfador Salvador Bastida García, conocido como Chavo Bastida. Ex edil de Tacámbaro entre 2008 y 2011, Bastida se pasó a Morena a principios de este año para competir por ese instituto político y obtuvo el triunfo con facilidad.
El primer escándalo estalló hace unas semanas, cuando se reveló que el tesorero del Ayuntamiento, Ramón Raudel Campos Murillo, había estado preso en Estados Unidos por acusaciones de tráfico sexual y trata de menores con fines de prostitución.
Campos Murillo fue obligado a renunciar. Al poco tiempo, la Fiscalía General de la República abrió una investigación que involucra al propio extesorero, así como al director y al subdirector de seguridad pública municipal, Edgar Raúl Flores Silva y Gabriel Villaseñor Zamudio, con líderes regionales del Cártel Jalisco. Según el documento dado a conocer por la fiscalía, los funcionarios del municipio “forman parte de una asociación que realiza reuniones habituales, consensuadas y establecidas con miembros de la delincuencia organizada (CJNG) con fines delictuosos”.
Tacámbaro: otro lugar de México donde se ha hecho visible “la transformación”.