El discurso de Donald Trump en su toma de posesión no tuvo sorpresas, igual de radical y nacionalista como se esperaba con respecto a México: amenazas de aranceles, deportaciones, uso de militares en la frontera, el nombramiento de los cárteles como organizaciones terroristas y hasta el renombramiento del Golfo de México.

En donde sí hubo sorpresa fue en el énfasis que hizo para expandir a su país, incluso al decir que “tomará” (por la fuerza) el Canal de Panamá. Lo que viene es una nueva realidad geopolítica para el mundo, en donde China, Rusia y ahora EU están dejando atrás las normas —y a la ONU— que se dieron después de la Segunda Guerra Mundial. Todos quieren ‘agandallarse’ a otros países en su geografía, en sus zonas marítimas exclusivas y en el cobro de aranceles (un equivalente a un derecho de piso).

Trump, el populista, se parece mucho en su actuar y discurso al presidente Andrés Manuel López Obrador: muchas veces decía una cosa y pasaba algo más “light”, o de plano no pasaba nada, así que habrá que leer la letra fina de los decretos y leyes que se publiquen en las siguientes horas y días.

Pero, desde luego, serán semanas de estar alerta y de mucho trabajo para el gobierno de México y, en particular, sus áreas consulares, diplomáticas y legales. Por ahora hay varias dudas en las que los detalles son clave.

¿El decreto para nombrar a los cárteles como organizaciones terroristas tendrá algún tipo de lenguaje para dejar a salvo a nuestro sistema bancario? ¿Movilizar militares a la frontera con México es sólo para detener a indocumentados ilegales, o crearán una zona de seguridad de nuestro lado de la frontera? Así lo han hecho recientemente Israel en Líbano y Siria, Turquía también en Siria, Rusia en Transnistria (Moldavia) y China en el Golfo de Tonkín.

¿Habrá aranceles contra México? ¿Generales o específicos a ciertos productos? ¿Deportarán a México sólo a mexicanos o a miles de ciudadanos de otros países? ¿Cuenta el gobierno federal con los recursos (adicionales) para hacer frente a esta grave emergencia? En Canadá, la ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, le renunció al primer ministro Justin Trudeau, entre otras razones, porque él quería seguir con su programas sociales y Canadá no tiene recursos (“fiscal powder dry”) para afrontar los varios retos que les representaba la llegada de Trump.

Por cierto, no debe pasar desapercibido que para atacar a los cárteles mexicanos y deportar a los migrantes ilegales, Trump señaló que va a usar la ley Alien Enemies Act (de 1798). Esta disposición, para ser usada, requiere declarar a los nacionales de un país como “ciudadanos de una nación enemiga”. Sólo se ha usado en las guerras mundiales contra migrantes alemanes, italianos y japoneses. ¿Van a nombrar a México como “nación enemiga” (enemy nation)? ¡Qué delicado! Por ello, hay que revisar a detalle cada decreto de Trump. Las implicaciones no son menores.

El gobierno de México ha tenido tres meses —que no es mucho— para prepararse para los embates que Trump había advertido que ocurrirían. Y ya sucedieron. Veremos qué tan eficiente es la atención consular a nuestros paisanos, y la App que presumieron para atenderles: ConsulApp. ¿Aceptaremos a expulsados de terceros países? ¿Cómo cuidaremos de todos en nuestras ciudades fronterizas, ya de por sí saturadas de migrantes? ¿Cómo lidiaremos ahora con los cárteles en México y los militares estadounidenses? ¿Vamos a repensar nuestros litigios en torno al T-MEC? ¿Vamos a repensar la agenda legislativa?

El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum requiere ahora pies de plomo y mucha astucia diplomática y legal en lo que haga. No hay margen para las improvisaciones (ni para improvisados), pero, sin ninguna duda, pese a nuestras diferencias, es momento de que todos estemos del lado del gobierno y sus instituciones. Nos toca a todos cuidar a nuestro país y asegurar que nuestros gobernantes, en todos los niveles de gobierno, también lo hagan.

La SRE, por ahorrarse una lana, discrimina a millones de migrantes.

¿Por qué la aplicación ConsulApp de la cancillería sólo está disponible para teléfonos Android? ¿Por qué dejan fuera a los celulares de Apple (iPhone), que son los más usados en EU, con 55% del mercado? Acaso la razón es que el gobierno prefiere la plataforma Android, pues ahí se evita pagar licencias para desarrollar la App. En estos temas no hay que escatimar recursos. ¡Decirles que para tener protección consular deben cambiar de celular no es el mejor inicio para apoyar a nuestros migrantes expulsados!

X: @JTejado

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