“No se trata de destruir al enemigo, sino de necesitarlo”

Carl Schmitt

Jorge Romero, el nuevo presidente del PAN, estuvo ayer en mi programa de MVS Noticias por la mañana. “El Jefe del Cártel Inmobiliario”, así lo llama la presidenta Sheinbaum en apenas su primer día como electo.

Romero llega en el peor momento posible para el PAN: tiene sus peores resultados electorales. Gobiernan Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y Chihuahua, junto a un puñado de municipios, y hoy por hoy se ve muy complicado que el escenario se mantenga. Si bien falta mucho tiempo para las intermedias, es verdad que el partido todavía tiene mucho que perder.

Por otro lado, a Jorge le han dejado la vara muy baja; superar en credibilidad y confianza a Marko Cortés no parece complicado. Para ser francos, el nuevo jefe azul tampoco genera, de momento, grandes expectativas por ningún lado.

El país se cae en muchos sentidos. La democracia liberal parece muerta, al menos bajo los tradicionales valores occidentales; la economía está enfriándose y amenaza con una era glacial para el próximo año. Factores externos, como Trump, y factores internos, como las necedades de dádivas, elefantes blancos y austericidios, agravan la situación. La inseguridad es horripilante: muchos territorios en el país se han vuelto francas zonas de guerra donde la sociedad se ha insensibilizado ante tantos asesinatos, desmembramientos, secuestros y extorsiones.

Temas sobran para poder construir una narrativa que conecte con gran parte de la población mexicana, y al menos ayer, en mi conversación con Jorge Romero, parece que tiene claro que su lucha va justo por ahí: por la narrativa.

No tienen números para aprobar o frenar nada, y poco pueden hacer en los estados que gobiernan frente al yugo presupuestal que les condicionará la 4T. Son irrelevantes ya para una gran parte del mass media y también de los medios alternativos. ¿Qué les queda si no es la construcción de la nueva narrativa panista?

Pero a la Presidenta y al movimiento lopezobradorista al que pertenece, les urge una oposición más o menos estructurada y relativamente fuerte. Les urge alguien con quien pelearse; a fin de cuentas, el populismo se basa en la lucha permanente, en el buscapleitos eterno.

Después del mote presidencial, reaccionó el movimiento amaestrado: el Fisgón, con sus cartones oficialistas, lo dibujó con un copete como edificios en alusión al cártel inmobiliario; las hordas de bots no paran de escupir odios, verdades y mentiras en torno a su persona, y comienzan las declaraciones de personajes de medio pelo y pelo y medio en la clásica estrategia de nado sincronizado.

Romero pinta bien como un enemigo de la 4T y, para como viene el futuro, le queda como anillo al dedo al oficialismo. Mejor pelearse con él que con los empresarios; mejor con él que con los narcos; mejor con él que con Trump.

Harry S. Truman era un tipo del que nadie esperaba nada. Fue vicepresidente de Estados Unidos más por azar que por ambición. El 12 de abril de 1945, le informaron que su jefe, el presidente Roosevelt, había muerto, y se convirtió en el 33.º presidente de Estados Unidos. Meses más tarde mandaría una bomba atómica a Japón y terminaría la Segunda Guerra Mundial. Luego resultan muy peligrosos esos tipos de los que nadie espera nada.

Échele un ojo a .

De Colofón. -

Ayer, en la mañanera de la Presidenta, colocaron mi cuenta de X (Twitter) @luiscardenasmx como una de las principales “atacantes” de Claudia Sheinbaum.

En mis redes hay crítica dura, ácida si se quiere, pero no un ataque. Me preocupa que esto sea el pretexto para aprobar leyes que buscarán censurar a los críticos, claro, bajo el eufemismo de “regulación”.

Como la idea de la diputada morenista Leonor Gómez, que pretende crear la “Plataforma Nacional de Seguimiento del Contenido de Influencers en medios digitales”.

Curiosas las prioridades del gobierno frente al país que se les cae a pedazos.

@LuisCardenasMX

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