No cabe duda que, para la presidenta Sheinbaum, la expansión de la Universidad Nacional Rosario Castellanos (UNRC) es muy importante en su proyecto de ampliar oportunidades para cursar estudios superiores. Su modelo académico (presencial, a distancia e híbrido), la oferta de carreras que incluye programas tradicionales con rasgos específicos (como Derecho y Criminalística, o Derecho y Seguridad Social) así como modernos (es el caso de Ciencias Ambientales para Zonas Urbanas y Ciencias de Datos para Negocios) y la valoración positiva de su desempeño en la CDMX, son algunas de las razones por las que ha decidido fundar, en cada entidad federativa, Unidades Académicas.
En el decreto de creación de esta institución con carácter nacional del 2 de diciembre de 2024, uno de los considerandos centrales es: “Que la ampliación y el mejoramiento de las oportunidades educativas requiere el establecimiento de Unidades Académicas para la impartición de educación superior, principalmente en entidades federativas y municipios que presentan mayores rezagos educativos y en desarrollo económico y social.”
CONAPO, con base en los datos del censo de 2020, informa que en el país hay 2,469 municipios, y al clasificarlos por el índice de marginación que tienen (conformado por la combinación de variables educativas, de vivienda, distribución poblacional e ingresos), 8.3% es muy alto, 23.7% es alto, 20% medio, 21.5% bajo y 26.5% muy bajo. Sería esperable, entonces, que las sedes de la UNRC se situaran en el 32% de los que presentan grados altos o muy altos, o incluso hasta en el 52% incluyendo a los que son clasificados como medios.
Se han anunciado tres iniciales: Comitán, Tijuana y San Luis Potosí, a las que este año se añadirán otras tantas. El criterio, a nivel municipal, parece no cumplirse. Comitán registra un nivel bajo de marginación: de los 124 del estado de Chiapas, solo 6 tienen mejores indicadores (Tuxtla, Reforma, San Cristóbal, Tonalá, Tapachula y Chiapa de Corzo). Tijuana, por su parte, tiene un grado de marginación muy bajo, solo superado por Mexicali entre los 6 con los que cuenta la entidad. Y el de San Luis Potosí es el mejor posicionado con muy baja marginación.
No ignoro, sería incorrecto, que la ubicación en determinado lugar excluya la posibilidad que esa Unidad Académica sea atractora de la demanda de otros, aledaños o cercanos, cuyas condiciones socioeconómicas y educativas sean deficientes. En este caso, para poder sostener la idoneidad de su instalación, se requiere un estudio de la demanda potencial de la zona y la proporción de rechazo que presentan las opciones institucionales públicas, de tal manera que se pueda estimar la demanda real esperable. ¿Se cuenta con esos análisis? Sería necesario, y muy conveniente que se dieran a conocer.
Un gobernador puede ofrecer instalaciones disponibles y espléndidas, aspecto necesario, pero no suficiente para cumplir con el considerando señalado. Es significativo que un plantel se ubique en donde nació Rosario Castellanos —Comitán— pero no basta esa razón.
Los estudios de pertinencia social, que incluyan prospectivas de demanda no atendida real en esa localidad y su zona de influencia, son imprescindibles para cumplir con la lógica de equidad que anima al proyecto.
La estructura orgánica, las condiciones de contratación del personal académico, sus implicaciones financieras, la relación inteligente con otras instituciones ya establecidas, y otras aristas, son también importantes y hay que analizarlas.
Profesor del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México mgil@colmes.mx
@ManuelGilAnton