Estos últimos días observamos una muy peligrosa escalada entre Israel y el grupo yemení insurgente de los houthies, quienes, desde octubre del año pasado, decidieron involucrarse contra ese país en apoyo a Hamás y al eje proiraní del que forman parte, y han lanzado decenas de drones y misiles contra Israel. Hace unos días, un dron suicida enviado por los houthies llegó hasta Tel Aviv y estalló a unos metros de la embajada estadounidense, matando a una persona e hiriendo a varias. De su lado, Israel bombardeó instalaciones petroleras de zonas controladas por los houthies en Yemen causando varios muertos y decenas de heridos. No obstante, el caso de los houthies debe ser evaluado por separado. Entre otras cosas, la actividad de los houthies contra la navegación internacional ha generado disrupciones fuertes con consecuencias globales en temas como las cadenas de suministro y los costos de los seguros de transportación. Por lo delicado de este asunto y lo que podría representar una espiral ascendente entre esa agrupación e Israel, recupero el contexto y más abajo actualizo el análisis.
El contexto
1. Los houthies son un grupo insurgente de Yemen, quienes predominantemente pertenecen a una subsecta del islam chiíta, llamada zaidi. Los houthies participaron en las revueltas de la Primavera Árabe en 2011. Se trata de una agrupación apoyada por Irán desde los años noventa, aunque el respaldo iraní en ese entonces era mucho menor que en la actualidad.
2. Los rebeldes houthies tomaron en 2014 control de la capital del país, Sanaa, y lanzaron una gran ofensiva de expansión amenazando ahora a Adén, ciudad a donde tuvo que huir el gobierno formalmente reconocido, liderado por el presidente Hadi. Desde entonces los houthies libran una guerra contra ese gobierno, así como contra una coalición de países liderada por Arabia Saudita. El conflicto en Yemen ha pasado por distintas fases. En 2023 hubo varios ceses al fuego que colapsaron. No obstante, parte del tema actual es que el reino saudí se encuentra altamente interesado en mantener vigentes esos ceses al fuego y por tanto prefiere por ahora distanciarse de cualquier escalamiento con los houthies.
3. Al igual que el resto del eje de milicias proiraníes, desde el inicio del actual conflicto entre Israel y Hamás, los houthies expresaron que apoyarían con fuego a sus aliadas en Gaza: Hamás y la Jihad Islámica.
4. Esto ha sido implementado por los houthies de dos maneras. De un lado, esa agrupación ha lanzado múltiples ataques contra Israel, lo que incluye una gran cantidad de misiles crucero, misiles balísticos y muchos más drones, enviados desde Yemen hacia el sur israelí. Es notable la cantidad de ocasiones en las que buques estadounidenses han intervenido para interceptar esa serie de proyectiles, pero también es interesante considerar que otros países, incluidos Francia, Reino Unido o hasta la propia Arabia Saudita y Egipto, han tenido que interceptar drones y misiles houthies en esa zona.
5. La segunda forma ha sido la disrupción a la navegación comercial en el Mar Rojo que los houthies han puesto en marcha como medida de presión, ya no solo contra Israel. Los houthies han secuestrado o atacado con drones y misiles a embarcaciones que esa organización inicialmente indicaba que tenían lazos con Israel o que efectuaban operaciones comerciales con ese país. Sin embargo, estos ataques se fueron expandiendo hacia embarcaciones con lazos con otros países, lo que ha afectado a compañías europeas y asiáticas, al grado de ocasionar que muchas de éstas suspendan operaciones en ese importante mar que conecta Asia y África con Europa.
6. Los riesgos de escalamiento en este frente se mantienen creciendo desde hace meses. Ante los ataques houthies, Estados Unidos conformó una coalición de defensa que amenazó a esa agrupación en caso de continuar con sus ataques. Los houthies sostuvieron sus ataques en el Mar Rojo, e incluso atacaron embarcaciones con intereses estadounidenses. Biden estaba ya presionado para cumplir las amenazas que había emitido, y enviar un mensaje de fuerza que pudiera ser leído no solo por los houthies, sino también por Irán. Así, desde enero, tanto EU como otros de sus aliados, han estado lanzando múltiples ataques contra posiciones y arsenal de los houthies en Yemen.
7. Esto, como habíamos previsto, lejos de disuadir a los houthies ha detonado una espiral ascendente de violencia. Hoy, la milicia yemení se mantiene atacando embarcaciones de muy diversas nacionalidades. Muchos otros estados como Grecia o Países Bajos se han sumado con barcos para interceptar misiles y drones que los houthies dirigen tanto hacia buques comerciales como militares. Los ataques houthies ya pueden sumar al menos una embarcación hundida y algunas muertes de tripulantes de esos barcos, además de muchos otros tripulantes secuestrados, con personal mexicano incluido.
8. Ahora bien, hay que cuestionar el que Irán es una especie de “comandante” de una serie de milicias que operan en Medio Oriente bajo su autoridad. Cada una de las milicias o aliados del denominado eje proiraní (o “eje de resistencia”) tiene vínculos y relaciones de muy diverso grado con Irán. Efectivamente Teherán otorga importante financiamiento, armamento, entrenamiento y asistencia a varias de estas milicias, pero cada una de ellas tiene historias propias, metas y objetivos propios, dentro de los cuales puede haber importantes confluencias con Irán, pero no siempre y no del todo. Esto, por supuesto, va a variar de una agrupación a otra.
9. Así, el caso de los houthies tiene que analizarse por separado. Si bien sus vínculos con Irán existen desde hace mucho tiempo, la realidad es que estos vínculos fueron creciendo notablemente durante la década pasada a raíz de la guerra en Yemen. Los houthies habían tomado la capital y estaban siendo combatidos por Arabia Saudita y sus aliados, precisamente el grupo rival geopolítico de Irán. Esto acercó de manera notable los intereses iraníes con los intereses de los houthies, lo que fue haciendo crecer la colaboración a altísimos niveles. Incluso miembros del Hezbollah libanés viajaron a Yemen para asistir a los houthies en el entrenamiento y el empleo de armas sofisticadas que Teherán transfería mes con mes.
10. Esto, sin embargo, no implica que negociar con Teherán consiga de manera automática influir sobre la conducta houthi. Se trata de un grupo enormemente aguerrido, tenaz, con convicciones, intereses y metas propias, el cual, como Arabia Saudita lo tuvo que entender a lo largo de al menos los últimos 10 años, lejos de “ceder” ante la presión militar o de negociación, tiende a endurecer sus posturas hasta conseguir lo que busca. Eso nos conecta con la siguiente suposición que debemos reexaminar.
La conexión entre los houthies y la causa palestina
1. La reciente ola de ataques sobre la navegación comercial en el Mar Rojo comenzó, en efecto, tras el estallido del conflicto entre Israel y Hamás, y como parte de la lucha del “eje de resistencia” proiraní contra Israel. Sin embargo, con los meses, los ataques houthies se han diversificado a un punto tal que, en muchas partes del globo, esa milicia está siendo percibida como un verdadero frente de resistencia contra Occidente. Esto está teniendo ya implicaciones severas al comercio global. Por ejemplo, comerciantes agrícolas indios han decidido detener sus exportaciones debido al aumento de las tarifas de flete y la escasez de equipos. El barco de propiedad británica pero operado por una compañía libanesa, que fue hundido por los houthies, cargaba precisamente fertilizantes. El número de países occidentales que les está combatiendo en el Mar Rojo siguió creciendo, lo que en lugar de disuadirles parece empoderarles hacia metas mayores.
2. Por tanto, asumir que la lucha houthi tiene una conexión directa con el conflicto Israel-Palestina es apenas una mirada parcial. La dinámica de la guerra en Yemen ha sido enormemente compleja, pero su entretejimiento con el conflicto en Gaza está arrojando otra serie de componentes explosivos que la complejizan aún más. Los houthies están pensando en cómo su guerra actual en el Mar Rojo en contra de Estados Unidos, sus aliados, y todo lo que por ahí se mueva que es percibido como parte del comercio prooccidental, les va arrojar mayores beneficios en términos de sus propias metas en relación con Yemen, en relación con sus propias negociaciones, y también en términos de su relativa independización o autonomía frente a Irán. Barel, un analista de la región, lo pone en estos términos: “La campaña del grupo (houthi) en el Mar Rojo está avanzando lentamente más allá de su pretexto original, la guerra de Israel en Gaza, y se está convirtiendo en una 'guerra de liberación' cuyo objetivo es preservar el régimen houthi y expandir su control sobre Yemen y más allá”.
La última escalada del 19 y 20 de julio
1. Al margen de lo que está ocurriendo en el Mar Rojo, los houthies se han mantenido bombardeando Israel. La más reciente escalada se detona a partir del envío de un dron por parte de los houthies hacia Tel Aviv, el cual explotó a pocos metros de la embajada estadounidense en esa ciudad, terminó con la vida de una persona y causó más de una decena de heridos.
2. Esto representó, además del costo humano, un escándalo en Israel dado que este dron no fue derribado a tiempo. Después de la explosión hubo una confusión informativa, no se comunicó de donde procedía el dron (o si es que efectivamente había viajado miles de kilómetros desde Yemen). El ejército israelí posteriormente indicó que el dron no había sido derribado por un “error humano”.
3. Pero más allá de lo ocurrido con ese dron específico, el ejército israelí estaba ya muy presionado para responder, dado que, tras meses de ataques desde Yemen, la dirigencia militar había optado por mantener ese frente en el nivel de conflicto más limitado posible.
4. Esto obedece a varios factores. Primero, Israel está luchando una guerra mayor en Gaza contra Hamás y la Jihad Islámica y no desea tener tantos frentes abiertos al mismo tiempo. Segundo, en todo caso, su siguiente prioridad es Hezbollah en el Líbano. Tercero, debido a la forma como se han desarrollado los eventos, Washington estaba dando garantías a Netanyahu de que la coalición que ese país lidera en el Mar Rojo se haría cargo de los proyectiles que eran lanzados contra Israel por parte de los houthies.
5. Pero todo eso falló con el dron que explotó en Tel Aviv el viernes pasado. Así que Israel decidió responder enviando con un mensaje de fuerza, dirigido tanto a los houthies como a Irán en el sentido de que, si el territorio israelí es atacado, la respuesta será contundente. Esto explica el bombardeo de la fuerza aérea israelí en Yemen en contra de instalaciones petroleras y de electricidad, argumentando que el puerto bombardeado es un sitio de provisión de armas a los houthies por parte de Irán.
6. Hay que entender, sin embargo, que, como ya señalamos arriba, los houthies son una agrupación muy distinta a las que usualmente luchan contra Israel, una organización que usualmente no responde a la disuasión. Ahora, tras amenazar a Israel con bombardeos en contra de zonas civiles, han lanzado varios misiles balísticos en contra del sur de ese país. Habrá que observar lo que suceda en los días y semanas que siguen.
En suma, esta situación representa un delicado síntoma de todo lo que se está cocinando en la región en tanto que se trata de un foco rojo adicional que se conecta con el conflicto en Gaza, pero que tiene también conexiones con otros temas mayores. La lógica indicaría, no obstante, que ambos actores—tanto Israel como los houthies—tomarán medidas para mantener su enfrentamiento dentro de ciertos límites pues ambos tienen más que ganar si esto no escala a una guerra mayor. Podemos también prever que Washington y otros aliados buscarán brindar garantías a Israel y combatirán a los houthies en el Mar Rojo como hasta ahora. Dicho eso, esta sucesión de eventos muestra cómo es que, cuando todo en esa región se encuentra a punto de ebullición, una sola decisión puede hacer que las cosas escalen en pocos instantes. De ahí la necesidad de seguir trabajando en todos los procesos de negociación que actualmente, en distintos grados, siguen aún vivos.