Ahora que se viene un gran anuncio, con la creación de la nueva Federación Mexicana de Natación, me gustaría que toda la comunidad acuática reflexione, en busca de que la gente que dirija estas actividades tenga una imagen positiva.
No es posible que una federación que tiene ya más de 80 años de existencia no cuente absolutamente con nada. No hay patrimonio, no hay infraestructura, no hay domicilio social.
No necesitamos una persona que llegue a adquirir un puesto que lo remunere, como si fuera un trabajo cualquiera. Necesitamos pensar con una mirada diferente, porque lo ideal sería que quien maneje el destino de tan importante actividad fuera un grupo de empresarios que demostraran su interés por ese desarrollo deportivo.
Quiero que quede claro que no me incluyo en ese grupo. Lo que me interesa es que esos empresarios, personas que no necesitan aprovecharse del erario, nos den la guía para cómo hacer de la natación mexicana una gran empresa.
Ese grupo de empresarios seguramente tendrá la visión de poner un consejo directivo a sueldo, que se ponga a trabajar en el orden de todos los programas que se requieren para las actividades acuáticas del país.
Hay mucha gente con calidad impresionante que ama los deportes acuáticos y estoy seguro de que entregaría su tiempo para dirigirla. Ellos serían (como lo marca el estatuto) quienes se dediquen a planificar y que la gente que ejecute sean empleados con un sueldo, que saldría de todo lo que se puede hacer en cuestión de eventos, competencias, afiliaciones y el apoyo que da el Gobierno.
Hay muchos exnadadores y exclavadistas con quienes apoyarse. Hay gente muy capaz en la natación artística y, si se busca como se debe, habrá algún apasionado por el polo acuático que tenga interés en levantar esa disciplina que han tenido en el olvido.
No podemos volver a caer en hacer una federación para un grupo de personajes que sólo quiere hueso o acomodarse en el puesto, para ver qué tanto puede sacar de beneficio propio. Es muy importante que toda la comunidad acuática exijamos algo diferente a lo que han sido la mayor parte de las federaciones a lo largo de la historia de este país.
Tenemos que empezar de cero. Desgraciadamente, no nos dejaron ni los lápices en la oficina que tenía la FMN —hace ya cinco años— en el COM. Por eso, necesitamos personajes que vengan a dar todo su amor al deporte, a aportar a esta magnífica actividad.
Se los dejo muy claro: Tenemos que actuar de esta manera. No digo que no haya gente que pueda recibir recursos, como parte de un trabajo, pero el consejo directivo deberá estar integrado por gente solvente económicamente, que dé instrucciones y supervise el trabajo de la que se contrata.
Eso es lo más importante. Ojalá la gente que está encaminando este reto de formarla no se equivoque y busque solamente a una persona más que busque poder, sin pensar en el beneficio del deporte mexicano, cuando lo que se necesita es todo lo contrario.
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