Tras la emisión de la convocatoria por parte del Senado, para renovar la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, empezó el movimiento de grupos defensores, presidentes de comisiones estatales y hasta expresidentes de la CNDH que buscarán pelear la posición con distintas candidaturas y tratarán de evitar, a toda costa, la posibilidad de que se reelija la actual presidenta, la morenista Rosario Piedra Ibarra, a quien se le cuestiona su nefasta gestión y el haber partidizado, colonizado y sometido a la Comisión Nacional a los intereses y designios de la 4T.

Y es que Rosario se convirtió, literalmente, en una Piedra en el camino de la independencia y la autonomía constitucional de la CNDH, y con su sumisión total al gobierno del expresidente, al que encubrió en violaciones graves a los derechos humanos, como la falta de medicinas y tratamientos en el sector salud o las constantes masacres de civiles inocentes ocurridas el pasado sexenio, también acabó con el prestigio y la imagen de eficiencia y protección a los derechos de los mexicanos que llevó varias décadas construir y acreditar.

Sin que la actual titular haya declarado si se inscribirá o no en busca de la reelección a la que tiene derecho, hoy arrancan las inscripciones de las candidatas y candidatos interesados en presidir a la Comisión Nacional y ya suenan varios nombres de aspirantes que acudirán a partir de esta semana a registrarse ante la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República.

Se sabe, por ejemplo, que desde las comisiones estatales de derechos humanos se inscribirá la presidenta de la Comisión de Durango, Karla Obregón Aguilar, y el presidente del organismo en Michoacán, Marco Antonio Tinoco; también de la comisión de Tlaxcala lo hará la presidenta Jaqueline Ordoñez Brasdefer, la presidenta de Hidalgo, Ana Karen Parra, y el ex presidente del organismo en Nayarit, Maximino Muñoz de la Cruz.

También suena como una de las candidatas más fuertes el nombre de Nashieli Ramírez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX, quién tiene cercanía con la presidenta Claudia Sheinbaum, quién apoyó en 2021, desde la Jefatura de Gobierno, que Nashieli se reeligiera al frente del organismo defensor de la capital del país.

Entre los expresidentes de la CNDH se está formando un frente para impulsar una candidatura que represente el rescate de la Comisión del secuestro que hicieron de ella Morena y la 4T, y se sabe que entre Luis Raúl González Pérez, José Luis Soberanes y Raúl Plascencia Villanueva ha habido reuniones en busca de apoyar a una candidata o candidato que cumpla con el perfil de experiencia, conocimientos y, sobre todo, que garantice la autonomía en independencia en la defensa de los derechos humanos.

En cuanto a la posible candidatura de Rosario Piedra para reelegirse, hasta el momento ella no ha confirmado sus intenciones, aunque fuentes de la CNDH nos aseguran que tampoco ha descartado inscribirse en el proceso que arranca en el Senado. De quién si se da por hecho que se apuntará como candidato es el actual Secretario Ejecutivo de la Comisión, Francisco Estrada, quien podría ser también la carta de Piedra para el proceso de elección. Se sabe también, que desde la vía independiente y ciudadana, el consultor en Derechos Humanos, Antonio Sorella, tiene interés en inscribirse como aspirante.

Las inscripciones se abren a partir de hoy y los que se apunten tendrían hasta el 11 de octubre para presentar la documentación que les solicitan los senadores, y para el 15 de octubre, la convocatoria establece que se hará pública la lista de las candidaturas por parte del Senado y una vez publicado el listado se citará a los aspirantes para que comparezcan a presentar sus proyectos y propuestas del 21 al 24 de octubre, para que los integrantes de la Comisión senatorial seleccionen a los mejores prospectos, con base en los requisitos que establece la ley, y a más tardar el 8 de noviembre se presentaría la terna definitiva que se someterá a votación del pleno del Senado y de ahí saldrá, con el voto obligado de las dos terceras partes de los senadores, la presidenta o presidente de la CNDH para el periodo 2024-2029.

Así que, en medio de las fuertes críticas y cuestionamientos, dentro y fuera de México por su negligencia y su falta de acción al frente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, termina la gestión de Rosario Piedra Ibarra y todo apunta a que, desde distintos frentes, tanto institucionales como de la sociedad civil, se buscará evitar su reelección y comenzar el rescate del organismo que fue secuestrado por la 4T durante los últimos cinco años.

Falta ver a quién apoya el gobierno de Claudia Sheinbaum y si la doctora será más congruente y respetuosa que su antecesor o si intentará mantener el secuestro y la colonización de un organismo autónomo, justo cuando la nueva mandataria ha predicado “la defensa de los derechos humanos” como una de las banderas y prioridades de su administración.

NOTAS INDISCRETAS…

Más que sorpresiva resultó ayer la actitud inusual del presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, al recibir en la vieja casona de Xicoténcatl, en la ceremonia por los 200 años de la Instauración del Senado mexicano, a la presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña. La cortés y elogiosa bienvenida que le dedicó Noroña a la ministra presidenta, fue tan llamativa que de inmediato la consignaron medios y redes sociales. Más tarde se difundieron imágenes de la ministra Piña reunida con varios senadores de la 4T, entre ellos el propio Noroña, el coordinador de Morena, Adán Augusto López y el senador Ignacio Mier. El encuentro se dijo, fue para acordar una reanudación del diálogo sobre la Reforma Judicial y tratar de evitar un choque entre poderes que podría desembocar en una crisis constitucional. Según nos dicen fuentes de la Corte y del Senado, la idea es negociar los términos de las leyes secundarias y corregir errores cometidos por las prisas legislativas, además de reforzar los mecanismos de selección de candidatos con una suerte de Consejo Consultivo de expertos y juristas que sean el filtro para evitar que se cuelen a las candidaturas que se postularán, aspirantes sin experiencia ni conocimientos del sistema de Justicia y, sobre todo, candidatos que promueva la delincuencia organizada. Y parece que la negociación que iniciaron Piña y los senadores de Morena va tan en serio que ayer mismo Ricardo Monreal anunció que se corregirían “varios errores” que cometió la mayoría morenista en su aprobación fast track y dijo que se haría nuevas “reformas a la reforma” para enmendar por ejemplo las contradicciones en el mecanismo de elección del nuevo presidente o presidenta de la Corte porque en el dictamen aprobado se contraponen los artículos 94 y 97 de la Constitución sobre cómo debe elegirse a la cabeza del Poder Judicial Federal. Esperemos que el diálogo funcione y evite una crisis que en nada le conviene a la República…Y hablando de la reforma judicial, nos cuentan que el expresidente Vicente Fox intentó convencer a varios de sus compañeros expresidentes de México para que todos se unieran en contra de los cambios constitucionales al Poder Judicial. El guanajuatense de las botas hizo varias llamadas a España con su sucesor Felipe Calderón, con Carlos Salinas de Gortari y con Enrique Peña Nieto, además de buscar en Estados Unidos a Ernesto Zedillo, para proponerles que suscribieran una carta-desplegado en la que los ex presidentes manifestaran su rechazo rotundo a la reforma lopezobradorista. Pero al parecer los bonos de Fox han caído tanto -o quizás también como dice el dicho “el miedo no anda en burro”- pero el caso es que ninguno de los exmandatarios a los que Fox les propuso hacer un frente común aceptó su propuesta y se disculparon con un amable “Gracias, pero no, gracias”…Se baten los dados. Capicúa y repetimos tiro.

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