Hasta antes de 1939, no existía en el país una institución con facultad jurídica propia, encargada del patrimonio cultural mexicano. Los ideales del México post revolucionario hicieron latente la necesidad de reconocer a las culturas originarias y su diversidad, como la base de la historia e identidad del país, además de frenar el saqueo arqueológico y la necesidad de exhibir las colecciones para garantizar su preservación.

Con el reconocimiento en 1897 de que la nación mexicana era la propietaria de los inmuebles arqueológicos, se encargó su custodia al Gobierno Federal y a los Gobiernos Estatales. Posteriormente en el año de 1917 fue creada la Dirección de Estudios Arqueológicos y Etnográficos, que al año siguiente cambia el nombre por el de Dirección de Antropología, como parte de la Secretaría de Agricultura y Fomento. Ambas instituciones se fusionaron en 1930 para constituir el Departamento de Monumentos Artísticos, Arqueológicos e Históricos de la Secretaría de Educación Público (SEP).

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) fue creado por Ley Orgánica el 3 de febrero de 1939, como un organismo descentralizado de la SEP, con la visión de consolidar la identidad nacional a través del estudio y la valoración de las raíces históricas y culturales de México. Fue fundado por el presidente Lázaro Cárdenas del Río y tuvo como primer director al arqueólogo Alfonso Caso; desde entonces, el instituto ha desempeñado un papel esencial en la investigación paleontológica, arqueológica, antropológica e histórica del país.

El INAH es una de las instituciones más importantes de investigación científica en el país y de Latinoamérica, que ha mantenido su misión de manera inalterada a lo largo de los años: salvaguardar, estudiar, conservar y difundir el patrimonio cultural tangible e intangible de México. Lo anterior como parte de un esfuerzo magnánimo por preservar la memoria colectiva de la nación, desde las antiguas sociedades prehispánicas hasta la diversidad cultural etnográfica, lingüística y antropológica del país.

Una de las contribuciones más significativas del INAH es su trabajo incansable en la conservación del patrimonio. El instituto administra y protege miles de sitios arqueológicos, zonas históricas, museos y archivos a lo largo y ancho del país. Gracias a sus esfuerzos, se han rescatado y restaurado innumerables monumentos y artefactos, permitiendo que las generaciones presentes y futuras se conecten con su pasado.

El instituto ha desempeñado un papel vital en la educación. No solo a través de la formación de profesionales en las distintas ramas de la antropología, sino también mediante la divulgación pública en sus museos y la realización de eventos educativos. También se ha caracterizado por ser una institución con plena conciencia histórica, que no es indiferente ante las circunstancias que afligen al país ni a los conflictos sociales. Gracias a sus trabajadores, a lo largo de sus 85 años el INAH ha podido extender su campo más allá del ámbito del patrimonio, haciéndose presente en innumerables actos de protesta, con el objetivo de solidarizarse y pedir justicia ante una inmensidad de conflictos e injusticias que acontecen en el país, formando parte activa de los movimientos sociales, tomando siempre a la educación y a la cultura como bastiones principales contra la represión y como medios para la transformación social.

En la actualidad el INAH es una institución que resiste a la precarización de la cultura y a la falta de presupuesto. No obstante, la institución se mantiene firme en su compromiso de salvaguardar el patrimonio cultural de México para las generaciones venideras.

En su 85 aniversario, el INAH no solo celebra su historia, sino que también mira hacia el futuro con la firme determinación de seguir resguardando la identidad y memoria nacional, puesto que, tanto la defensa como la promoción del patrimonio cultural, son esenciales para construir un México más consciente, capaz de reconocer tanto su diversidad cultural como sus desigualdades y el instituto continúa desempeñando un papel clave en esta noble tarea.


En la actualidad el INAH es una institución que resiste a la precarización de la cultura y a la falta de presupuesto. No obstante, la institución se mantiene firme en su compromiso de salvaguardar el patrimonio cultural de México para las generaciones venideras.

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